| elaguacate@radiocity.com.ecHace poco me solicitaron que acudiera a un compromiso semilaboral con “cualquier color menos negro”, una indicación que no debería ser complicada, pero el escucharla me paraliza. Resulta que el negro es el color que considero más cómodo, sencillo, elegante y confiable para vestir. Algo que les pasa a muchísimas mujeres y que era el estilo de Mademoiselle Gabrielle Coco Chanel, a quien en gran parte debemos la imposición de este color como algo que no debe faltar en el clóset, no solo para el luto. A Coco también le adeudamos libertad de movimiento para la mujer, lo sexy a través de lo sobrio, las telas suaves y la elegancia por medio de la sencillez. Ella es la mujer que dijo: “El lujo debe ser cómodo, de lo contrario no es lujo”, y a partir de eso dejó un legado. Gabrielle Bonheur Chanel, quien nunca tuvo una vida de opulencia y debió trabajar en un orfanato a los 17 años cuando su madre murió y su padre la abandonó, da una clara lección a quienes hasta el día de hoy piensan que para tener estilo debe tratarse de artículos caros.Como dice Ingrid Sischy en la revista Time, donde Chanel fue nombrada una de las 100 personas más influyentes del siglo XX: “... Su estilo evolucionó de la necesidad y el desafío. Ella no podía costear las prendas de moda de la época de tal forma que las rechazó y creó las suyas propias, usando prendas del diario vivir masculino en el hipódromo, donde ascendió sus primeros escalones sociales”. Una paradoja más en este mundo, hoy en día su marca es la más cara. Chanel es responsable de la aceptación de la bisutería fina, la ropa brillante para las noches, el pequeño vestido negro (little black dress), los pantalones y conjuntos masculinos en mujeres y los conjuntos blanco y negro. Pero lo que internacionalizó su nombre no fue precisamente su ropa, ni sus característicos sombreros, ni sus corbatas, fue el perfume Chanel Nº 5. Lanzado en 1923, fue el primero en la historia en llevar la marca de un diseñador. Décadas después sigue siendo el ícono de la empresa y extraordinarias mujeres, aun más lindas que Coco y casi tan elegantes como ella, han sido imagen de la legendaria fragancia. Marilyn Monroe, Catherine Deneuve, Carole Bouquet aparecen en anuncios y comerciales llenos de sensualidad, y en uno más reciente Baz Luhrmann dirige a Nicole Kidman a la Moulin Rouge. Chanel fue mucho más allá de la moda, pasó aunque sea de manera indirecta por la política y el arte, es eso lo que le da un valor adicional. A pesar de ser más partidaria de la feminidad que del feminismo, no podría negar que quien puso pantalones en la mujer ayudó a impulsar el movimiento aun involuntariamente, y en el círculo de los artistas de la época modernos como Picasso y Cocteau era considerada una más dentro del movimiento modernista al punto que Cocteau dijo: “A través de algún tipo de milagro ella ha trabajado en la moda según las reglas que tendrían valor únicamente para pintores y músicos”. Como me dijo una persona que aparentaría ser demasiado joven para valorar la importancia de Coco Chanel: “Ella es la mujer de la cual todo el género femenino debe estar agradecido, una mujer que cambio la visión del mundo y su olor (Chanel Nº 5)”. Para recordar una vez más que la máxima elegancia puede venir de la sencillez y que en los casos más excepcionales no cuesta un centavo, cito a la propia Coco Chanel, quien dijo: “La moda no es solo cuestión de ropa. La moda está en el aire, nace del viento. Uno la intuye. Está en el cielo y en el camino”.EL AGUACATE en Radio City: FM 89.3 Guayaquil y FM 99.7 la Península, de lunes a viernes, 18:00