El último relevista de la antorcha de Beijing 2008, el ex gimnasta chino Li Ning, encendió el pebetero para dos semanas de Juegos Olímpicos (8 al 24 de agosto), tras el juramento olímpico de los deportistas y jueces.
Li Ning recibió la antorcha de manos de la penúltima relevista, la ex jugadora de voleibol Sun Jinfang, poniendo fin a un recorrido de 137.000 km de la llama olímpica, que había comenzado el 24 de marzo de 2008 en Olimpia, en Grecia, cuna de los Juegos.
Publicidad
Apenas unos minutos antes de la entrada de la llama en el estadio, el presidente chino Hu Jintao había declarado abiertos los Juegos Olímpicos, tras ser invitado a hacerlo por el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el belga Jacques Rogge.
Inmediatamente después de recibir la antorcha, Li Ning se elevó por el aire como si flotara, iniciando una carrera a lo largo del estadio, mientras en su recorrido iba abriendo un libro gigante proyectado sobre la tribuna del "Nido de Pájaro", hasta llegar al pebetero.
Publicidad
El ex atleta, ganador de seis medallas en Los Angeles 84, acercó entonces la antorcha al inmenso pebetero en espiral, donde prendió la llama que brillará durante toda la duración de los Juegos Olímpicos.
La identidad del último portador de la antorcha había sido el secreto mejor guardado durante los preparativos de la ceremonia en los últimos días, hasta que fue revelado por la organización poco después del comienzo del evento.
Antes de la entrada de la antorcha en el estadio olímpico pekinés, la jugadora de tenis de mesa china, Zhang Yining, doble medalla de oro en Atenas en 2004, y el juez de gimnasia, Huang Liping, habían pronunciado el juramento olímpico en nombra de los más de 10.000 deportistas que participan en el evento.
Las 204 delegaciones nacionales habían desfilado poco antes por el estadio entre los aplausos de las 91.000 personas presentes en el estadio olímpico, incluidos mandatarios de todo el mundo.