En respuesta a este hecho, señaló Buljubasich, se envió una carta al presidente de la República, Rafael Correa, a nombre y con el consentimiento de los empleados de TC, para expresar su inconformidad.
“¿Hay alguna razón, más allá de su apellido, para pedirle que se retire?
Entonces, ¿cuál es el motivo? ¿A quién le molesta?”, dice un fragmento de la comunicación.
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Los empleados denuncian que el despido se hizo por el apellido, por lo que señalan que se cometió una injusticia. “Cuando dijeron estabilidad laboral no la incluyeron solo por ser Estefanía Isaías”.
En el texto se hace un recuento de lo sucedido la madrugada de la incautación, cuando los empleados pidieron estabilidad laboral para Estefanía Isaías al administrador delegado por la AGD, Enrique Arosemena. “En respuesta a nuestra inquietud, esa misma madrugada Arosemena fue enfático cuando dijo delante de todos los empleados que Estefanía podía quedarse, que era bienvenida y que podría reintegrarse a sus labores al regreso de sus vacaciones”.
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Al finalizar la carta, los empleados critican el incumplimiento del mandato 13 que garantiza estabilidad laboral de todos los trabajadores de las empresas incautadas.
Aún se desconoce quién ocupará su cargo.
En tanto, una hacienda acuícola y otra ganadera, que serían de propiedad de la familia Isaías, se suman a la lista de las empresas incautadas ayer por la AGD.
El nuevo administrador es el coronel David Puma, quien acompañado de un grupo de militares se posesionó de ambas administraciones.
La hacienda ganadera está ubicada en la vía Durán-Tambo, kilómetro 14; mientras la acuícola, Produmar, se sitúa en la vía Durán-Boliche.
El personal militar custodiará los terrenos.