Pazmiño asegura que entregó oficio en manos del entonces jefe de Inteligencia de las FF.AA.
El coronel Mario Pazmiño, ex director de Inteligencia del Ejército, se ratificó en que el 11 de marzo pasado, él entregó en las manos del director de Inteligencia del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Luis Garzón, un informe con oficio Nº 2008-023-DIFT-a en el que se detallaba información sobre el campamento de Angostura.
Esto, luego de que en un oficio del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, del 22 de mayo, firmado por el general Fabián Varela Moncayo, se aseguró que “no existe en los archivos y sistema de control de la Dirección General de Inteligencia del CCFFAA, el ingreso de mencionado oficio” y más bien “se confirma el ingreso con la misma numeración pero diferente fecha de oficio” de otro informe sobre un tema que nada tiene que ver con el ataque a Angostura.
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El informe presentado por Pazmiño contiene, según una copia que él exhibió el sábado pasado, los resultados de investigaciones posteriores en las cuales se encuentra el hallazgo de una papeleta de votación de Franklin Aisalla, el ecuatoriano que murió tras la incursión colombiana del 1 de marzo, y su probable vinculación con los Grupos Irregulares Armados de Colombia (GIAC). Este informe sería un primer indicio de la presencia de Aisalla en el campamento de las FARC.
El coronel Pazmiño aseguró que no ha forjado ningún documento e insiste en que ese informe le fue entregado al general Garzón, quien lo guardó en una carpeta azul. Sin embargo, reconoce que no tiene un documento que certifique su ingreso o registro. Pazmiño acepta que fue un error no pedir ese recibido, pero argumenta que fue por la emergencia. Es que él dice que recibió el 10 de marzo una orden militar mediante un telegrama oficial firmado por el capitán Jorge Altamirano Rojas, a nombre del general Luis Garzón, en el que se solicitan a la Dirección de Inteligencia, a la Fuerza de Tarea Conjunta Nº4 y a la Dirección de Inteligencia de la Fuerza Aérea los informes sobre el campamento destruido el 1 de marzo.
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Pazmiño asegura que una prueba de que sí entregó el informe es que si no lo hubiera hecho, habría recibido una sanción por desacato, lo cual no ha sucedido.
Sin embargo, el 18 de marzo Pazmiño recibió un nuevo telegrama oficial también firmado por el capitán Altamirano pidiéndole que se dé cumplimiento a la orden dada el 10 de marzo. El coronel Pazmiño respondió ese mismo día indicando que ya se había dado cumplimiento mediante el oficio del 11 de marzo. Hasta ahora, cuatro meses después, tampoco dice haber recibido contestación que contraríe su afirmación.
De acuerdo con Pazmiño, ese documento existe y es muy fácil de probar porque una copia reposa en la Dirección de Inteligencia de la Fuerza Terrestre.
La muerte del ecuatoriano Franklin Aisalla en el campamento de las FARC salió a la luz pública recién el 22 de marzo, a través de una denuncia por parte de Aldhu.
El Ejército colombiano lo había confundido con Adrián Conrado, alto dirigente de las FARC, pero realmente era un cerrajero que vivía en el norte de Quito, a quien posteriormente lo identificó como colaborador de las FARC en Ecuador. La vigilancia a Aisalla se hallaba en manos de Inteligencia militar en 2003 y posteriormente estuvo a cargo de la Inteligencia policial.
Llamada
En un informe fechado el 2 de marzo, Pazmiño relata que a las 07:00 del 1 de marzo recibió una llamada de Colombia en el que le informaron que había un enfrentamiento, en el sector de La Gabarra, Colombia. Desde esa hora hizo llamadas a sus superiores y a sus pares colombianos para confirmar. Pero supo del ataque a territorio ecuatoriano por los medios de comunicación.
Baja
La baja la pidió él y su abogado, para poder salir a la luz pública e informar cuál había sido su trabajo.