Benedicto XVI pidió perdón a víctimas de abuso sexual y castigos para violadores.
El papa Benedicto XVI pidió disculpas ayer por abusos sexuales de la Iglesia católica en Australia, pero grupos de víctimas dijeron que querían acciones y no palabras.
Es la primera vez que el Papa, en su comentario más explícito sobre el escándalo de abuso sexual que impactó a la Iglesia católica, se ha disculpado específicamente por los delitos sexuales del clero y dice claramente que los abusadores deben ser juzgados.
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“Estoy profundamente apenado por el dolor y el sufrimiento que las víctimas han soportado”, dijo el Pontífice en una homilía en Sídney.
“Esas fechorías, que constituyen una grave traición a la confianza, merecen una condena inequívoca”, agregó.
Pero minutos después de sus declaraciones, grupos de víctimas dijeron que ello no era suficiente y realizaron una manifestación, mientras que 250 mil peregrinos que celebraban el Día de la Juventud marcharon por Sídney y asistieron a una vigilia con el Papa.
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“Una disculpa remota no lleva todo peso como una disculpa directa y personal”, dijo Anthony Foster, cuyas dos hijas fueron violadas por un sacerdote de Melbourne, quien reclamó que “debe reunirse con las víctimas y con sus grupos de apoyo para entender lo que necesitan”, aseveró Foster.
El Santo Padre enfrentó el tema del abuso sexual dentro de la Iglesia en EE.UU. durante una visita a Washington en abril, momento en el que se reunió con víctimas y les prometió que mantendría a los pedófilos fuera del sacerdocio.
Pero las palabras del Sumo Pontífice en Australia fueron más fuertes que las que utilizó en EE.UU., donde se conocieron los mayores escándalos en el 2002 y donde el cardenal de Boston, Bernard Law, renunció el año pasado debido al tema.
Durante el escándalo en Estados Unidos se descubrió que obispos trasladaban a los clérigos que abusaban de menores de edad de parroquia en parroquia, en lugar de expulsarlos de la Iglesia o de entregarlos a las autoridades.
Solo en EE.UU. las diócesis han pagado más de $ 2.000 millones en acuerdos por demandas de las víctimas, lo que obligó a varias a vender propiedades y declarar la bancarrota.