Un toque de ironía y un poco de humor negro fueron los principales elementos de la obra teatral Ensayo para una comedia, donde cinco actores no videntes presentaron los conflictos del diario vivir.

Las notas del violín de Germán Bravo (Gery) se escucharon varias veces en cada uno de los cuatro ensayos de los que estaba compuesta la obra; él amenizaba cada situación en la que se veían envueltos cada uno de los personajes.

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“Estoy tan contento de haber podido colaborar con todo el trabajo teatral mediante la música, aunque nos costó esfuerzo, es un logro importante haber asociado actuación y escenografía”, explicó el actor.

El desplazamiento de los actores no videntes en el escenario dependía  de Bravo, ya que se utilizó como base su música, que mediante sonidos graves y agudos les indicaba hacia dónde debían dirigirse.

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Fabiola León y Juan Pablo Líger son los directores de este trabajo que –como señaló León– es el primer hijo del proyecto titulado Más allá de las sensaciones, el cual busca desarrollar las habilidades de los actores no videntes.

“Hace seis meses planeamos esto como una búsqueda experimental en el arte; queremos crear varias obras que muestren las destrezas que se pueden desarrollar al perder la vista”, expresó la directora.

Según explicaron los directores, Ensayo para una comedia es una de las piezas teatrales con actores no videntes, porque planean producir varias de estas con el objetivo de buscar una nueva forma de expresión para este grupo vulnerable de la sociedad.