El Plan Puebla Panamá fue relanzado durante la cumbre celebrada en la ciudad mexicana de Villahermosa como Proyecto Mesoamérica, reformado por los gobiernos de México, Centroamérica y Colombia para responder a las necesidades regionales.
"Hoy los presidentes del Plan Puebla Panamá decidimos que se llamará Proyecto Mesoamérica, y hemos resuelto una gran cantidad de temas que beneficiarán" a la región que tiene 190 millones de habitantes, un PIB de 1.884 millones de dólares y 3.000 dólares de PIB per capita, dijo el presidente salvadoreño, Antonio Saca, al anunciar las conclusiones.
Publicidad
El hasta ahora PPP, creado en 2001, abarca desde el sur de México hasta Colombia y "aunque antropológicamente Mesoamérica llega hasta Nicaragua, geográfica y geopolíticamente llega hasta Colombia", justificó un diplomático mexicano.
Es necesario hacer "una revisión profunda y una reestructuración del Plan Puebla Panamá que responda con eficacia a las necesidades de desarrollo" de la región. dijo el presidente de México, Felipe Calderón, al inaugurar la X cumbre del PPP el sábado por la mañana.
Publicidad
Entre los programas que se anunciaron en esta cumbre el más acabado es el de vivienda propuesto por México, que dio a conocer la canalización de 33 millones de dólares de un fondo proveniente del Pacto de San José para la financiación de créditos hipotecarios para 50.000 viviendas en una primera fase y medio millón en un mediano plazo.
Por su parte Panamá propuso un proyecto para comprar de manera conjunta entre los países de la región medicamentos y vacunas con el objeto de abaratar sus costos en programas de salud.
La reestructuración del Proyecto Mesoamérica consiste en 22 programas que se centrarán en nueve grandes áreas referentes a energía, electricidad, salud, educación, telecomunicaciones, biocombustibles, carreteras y vivienda, entre otras, sostuvo el funcionario mexicano.
Más allá de la revitalización del PPP, el presidente de El Salvador advirtió sobre el riesgo de inestabilidad política que se cierne en la región amenazada por la desaceleración económica en Estados Unidos y los altos precios de la energía y los alimentos.
Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, se unió a la preocupación de su homólogo salvadoreño y durante las sesiones de trabajo criticó la política de producción biocombustibles de Colombia y Brasil al considerar que en su país hay más preocupación por la producción de alimentos.
"No compartimos en lo absoluto el proyecto que tiene Lula (el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva), es un soñador de esa propuesta", dijo Ortega, al advertir que su país esta más "preocupado por producir caña y frijoles".
El tema de los biocombustibles se convirtió en un factor más para separar a Bogotá y Managua que llegaron en medio de tensión diplomática, por la disputa desatada esta semana por la acusación del gobierno colombiano de que Ortega hace "apología del terrorismo".
Aunque el tema se mantuvo latente en la reunión, Calderón hizo "un llamado para intensificar el diálogo político y para resolver nuestras diferencias", al inaugurar la cumbre, pero sin mencionar directamente a los presidentes Alvaro Uribe y Ortega.
Desde su llegada Uribe dijo que el tema no estaba previsto para ser tratado en la cumbre, pero su homólogo guatemalteco, Álvaro Colom, manifestó la intención de las naciones de la región para hablar con ambos mandatarios.
Sin embargo, el presidente de Guatemala tuvo que regresar a su país el sábado por la mañana debido a que el ministro y el viceministro del Interior murieron en un accidente aéreo el viernes.