Una historia real le sirvió al actor para volver a la pantalla grande, 21: Blackjack. Son las electrizantes aventuras de un grupo de estudiantes de matemáticas que crea un sistema infalible para ganar en los casinos. Apostando por una buena entrevista con Kevin Spacey, viajamos especialmente hasta Las Vegas, para encontrarlo en medio de la convención de cine Showest, donde además recibió un premio especial. Tampoco fue demasiado complicado hallarlo, cuando entre los más nuevos hoteles figura el que mejor lo identifica: Planet Hollywood.En ese mismo lugar además fuimos invitados al exclusivo estreno mundial (con fiesta privada incluida) de su película, 21: Blackjack, inspirada en la verdadera historia de varios estudiantes que ganaron fortunas después de entrenarse especialmente para contar cartas y batir las probabilidades del popular juego blackjack o 21. Pregunta: ¿Elegiría una ciudad como Las Vegas para tomarse vacaciones?Respuesta: Jamás elegiría Las Vegas para tomarme vacaciones (ríe). A este lugar vengo solamente para emborracharme y apostar. P: ¿Sigue viviendo en Londres por la dirección artística del Teatro Old Vic? ¿No le molesta viajar constantemente entre Estados Unidos e Inglaterra?R: Ya estoy tan acostumbrado a este tipo de viajes. Encontrarme en un lugar donde el área de teléfono es diferente es como estar en el mismo sitio donde estuve ayer. Anoche estaba en Londres, trabajando con una obra de teatro y aquí me ves, en Las Vegas, hablando de cine. Tengo suerte de poder dormir en cualquier lugar. Y me siento bastante descansado, aunque apenas hace unas horas que bajé de un avión. P: ¿Siendo el productor de la película 21 había decidido ‘contratarse’ en el rol del profesor desde un principio?R: No. Como productor no había fundado la productora de cine Trigerstreet para apoyar mi actuación. Recién después de ver el guión terminado me pareció una buena idea. Pero este año ya produje tres películas y para una sola temporada, es bastante cine. P: ¿Personalmente es tan bueno en las matemáticas como lo demuestra en el cine?R: Pongámoslo de esta forma: no soy un genio en matemáticas y ahí es cuando la actuación ayuda. P: ¿Y qué tan buen jugador de blackjack es en realidad?R: Me gusta jugar el blackjack, siempre fue uno de mis juegos favoritos y ocasionalmente tengo suerte, pero nunca tuve más suerte que las veces que vine a Las Vegas con algunos de los verdaderos jugadores que inspiraron la película. A ellos ya no se les permite jugar, porque el casino sabe quiénes son. Pero mientras uno se quedaba atrás mío, cada vez que sabían que las apuestas venían ‘calientes’ me empujaban la silla. Gané todas y cada una de las veces (sonríe). Me gustaría decir que puedo hacerlo solo, pero no puedo. P: ¿En la vida también apuesta tanto como en el casino?R: Decidirme por la actuación fue una verdadera apuesta. ¿Si apuesto en la vida real filosóficamente? ¿No te parece que todos lo hacemos? P: ¿Cambió por completo su forma de vida desde que se mudó a Londres?R: Sí. La dirección artística en el teatro Old Vic creo que es el trabajo más importante que yo haya hecho. Y probablemente no sea como lo piensas, porque no se trata solamente de elegir obras de teatro ni organizarlas. También tiene que ver con los programas educacionales con los chicos, los trabajos comunitarios que hacemos. El trabajo no es tan sexy y por eso no se publica en algunos diarios. Solamente les interesa si tengo alguna relación con Elton John o los restaurantes que voy, toda esa basura. Pero el trabajo del teatro, es lo más importante para mí, porque yo sé lo que significa para los chicos tener las mismas oportunidades que yo tuve cuando crecí. P: ¿Algunos no arriesgan más que otros en la vida?R: Por supuesto. Tampoco puedo saber lo que sacrificaría en la vida hasta que me enfrente a esa situación. ¿Pero lo haría? Si creo en algo que pienso que pueda cambiar mi vida, si tengo que seguir lo que me dicta el corazón, por supuesto lo haría. Lo he hecho toda mi vida. Siempre sigo lo que me dicta el corazón. P: ¿Qué opina de las elecciones presidenciales en Estados Unidos?R: En lo que respecta a estas elecciones, tengo una perspectiva diferente, porque no estoy viviendo en Estados Unidos. Pero noto que hay bastante interés de la gente en involucrarse, tal vez para evitar lo que pasó en el 2000, con las elecciones de Bush y Al Gore. La participación me parece algo muy saludable y fantástico. Es una carrera y veremos como sale. Lo bueno es ver que se postularon como Presidentes dos candidatos tan fuertes y espero que en Noviembre gane el partido demócrata. P: ¿Qué es lo que nunca creyó de la TV?R: Los programas de noticias. Suceden cosas mucho más importantes en el mundo que saber lo que hizo Britney Spears, en vez de decirte lo que pasa en Dafur o alguna otra parte del mundo que realmente importa. La cultura de las celebridades ha dañado la habilidad de la gente en saber lo que pasa en el resto del mundo. Eso es definitivamente diferente. P: Hay muchos jóvenes que sueñan con ser actores, sin pensar en los estudios o la preparación. ¿Personalmente cree que un actor necesita preparación o suficiente experiencia en teatro?R: Depende lo que quieren hacer. Si alguien quiere hacer solamente cine, no se precisa el entrenamiento particular que se precisa en teatro. Hay actrices que son maravillosas en cine y jamás pudieron sentir el teatro para salvar sus vidas, no tienen el conocimiento, no tienen la voz, no tienen la habilidad de mantener la atención de un público. Y no quiere decir que sean malas actrices. Para mí, yo sé que jamás hubiera tenido una carrera como actor si no fuera por el teatro, porque no importa solamente la actuación. Yo aprendí a entender una historia, cómo contarla en dos horas, manteniendo el entusiasmo de la audiencia. Con el teatro aprendí a llegar siempre en horario, a estar siempre alerta, preparado, buscando nuevos lugares, mejorando la interpretación noche tras noche. En cine, uno es tan bueno como es, nunca se mejora. P: En 21, el protagonista justamente se dedica al juego para recaudar la fortuna que cuesta una carrera universitaria. ¿Qué opina de lo costoso que se volvió la buena educación, en general?R: Cuando yo fui a Julliard, la academia también era bastante costosa, pero sobreviví con becas o trabajando en la oficina de la administración, sobreviví con dos o tres trabajos afuera. No fue fácil. Por un lado creo que el costo de la educación en este país es demasiado alto, pero lo que les pagan a los maestros es demasiado poco. Será por eso que yo mismo elegí interpretar un profesor que solventa su propio sueldo con el entrenamiento de blackjack. No se les paga lo suficiente. Con solo recordar mis estudios me doy cuenta la suerte que tuve al tener maestros que fueron todo un ejemplo para mí, generando confianza o apoyándome, creyendo en mí, mucho antes de haber demostrado cualquier potencial. Y necesitamos más gente que siga esa dirección. P: ¿Y qué opina sobre todo lo que hoy se publica de los jóvenes famosos o de sus problemas?R: Habría que conocer bien las circunstancias. Yo ni siquiera creo la mitad de lo que leo, porque sé que hay gente que también inventa bastante. Vivimos en un mundo donde cualquiera puede escribir lo que quiere. No importa. Es ‘entretenimiento’. Siento lástima por algunos de estos chicos, porque no tienen ninguna guía ni mentores, solo los rodean gente que quiere ganar dinero con ellos. Por eso les tengo lástima. Pero hasta cierto punto también tienen que afrontar las responsabilidades por ellos mismos. Y si hay gente con adicciones, necesitan buscar ayuda rápido. El talento no es suficiente. Lo importante es cómo lo utilizas, cómo lo cuidas, cómo lo desafías. Pero muchas veces es difícil para aquellos que viven dentro de una burbuja y todo lo que hacen es observado a través de una cámara. P: ¿Sus ambiciones como actor cambiaron con el tiempo?R: Supongo que mis ambiciones en el cine cambiaron. Ya no soy el mismo que era hace diez años. Y aunque haya gente que me critica, soy más feliz que nunca. Hago exactamente lo que quiero hacer. Ya no me importa si estoy en la posición más alta, en el el cine. P: ¿Por qué?R: Ya no me maneja la ambición personal. No me interesa más. Lo hice durante diez años, hasta que llegó un momento donde me pregunté: “¿Se supone que tenga que seguir haciendo esto el resto de mi vida?”. No lo creo. Hoy ocupo un lugar mucho más placentero que preocuparme por meterme en una carrera con las películas de mayor recaudación o figurar en las listas hot. No es una buena forma de vida y por eso no quiero vivirla. P: ¿Piensa seguir en el cine?R: Absolutamente. Cuando digo cosas así, la gente enseguida piensa que voy a abandonar el cine o que no me gustan las películas, que me voy a jubilar. Nunca dije algo parecido. Simplemente cambiaron mis prioridades. Si no fuera por el cine, jamás hubiese ocupado el lugar que hoy tengo en el teatro Old Vic. Por eso estoy eternamente agradecido con el cine. P: ¿Piensa volver a Hollywood?R: Calculo que estaré trabajando con el teatro Old Vic por lo menos otros cinco o siete años. No soy ciudadano británico, soy solamente residente y sigo siendo americano. No sé lo que pasará.