| Fotos: CortesíaEl arte secreto del Ecuador precolombino es el libro que destaca la estética de cada una de las piezas arqueológicas pertenecientes a varias culturas. También promociona su valor arqueológico. Iván Cruz sabe dónde están las fotos más destacadas. Abre una página y dice: “Lo que voy a mostrar es uno de los tesoros mejor guardados”. Es el sol de la cultura Jama-Coaque, el símbolo del Banco Central del Ecuador, en una fotografía de alta calidad del libro El arte secreto del Ecuador Precolombino. Al haber sido visto tantas veces no causa tanto impacto. Cruz, sin embargo, proyecta una mirada propia de quien va a revelar algo importante. “Esto muestra el pensamiento de los antiguos pobladores del Ecuador, basado en los opuestos complementarios: blanco-negro, vida-muerte”, alcanza a decir Cruz, mientras Daniel Klein, el coeditor del libro, se acerca para corroborar lo dicho por Cruz. La fotografía, que tiene una iluminación concreta sobre un fondo negro, muestra que de aquella figura salen serpientes que representan las llamaradas del astro rey. Pero con el fondo negro se logra observar que el artista que creó la obra se dio modos para que esas serpientes se junten y muestren otras serpientes a la inversa que entran hacia el rostro del sol. Iván Cruz es un apasionado coleccionista de piezas arqueológicas y comparte este gusto con Daniel Klein. Lo que los ha unido es una visión alternativa de la difusión de los hallazgos arqueológicos. Klein cree que la mayoría de libros sobre arqueología son simples catálogos acerca de las piezas halladas, material en el que fueron hechas y su cultura.Así que Klein y Cruz reunieron un archivo gráfico de las 500 piezas arqueológicas ecuatorianas precolombinas según su valor artístico y estético. No queremos ver a estos artistas como simples artesanos, dice Daniel Klein.El proyecto les ha llevado tres años, hasta estar a punto y ser presentado el pasado 12 de junio en el Palacio de Cristal, en el malecón Simón Bolívar . El libro, de la más alta calidad fotográfica, editorial y de elaboración, está a la venta en la mayoría de librerías del país a un precio de cien dólares. Al principio, David Klein fue a Italia para hablar con la editorial 5 Continents, una de las más importantes que trabaja en este tipo de proyectos con museos de la calidad del Louvre de París. El planteamiento del proyecto, desde el inicio, fue sólido, por lo que se lo aceptó. Solo se hizo una advertencia: que era imposible que fueran 500 imágenes, que a lo mucho serían 200. En Ecuador se unió a ellos la editorial Casa del Alabado, en Quito.Iván Cruz no duda en decir que el trabajo más fuerte fue llegar a definir las 177 piezas que constan en el libro, pertenecientes a varias colecciones privadas y nacionales: Museo de Arte Precolombino Casa del Alabado, Banco Central del Ecuador, Oswaldo Viteri, John Hay, Fundación Zaldumbide Rosales y Museo Cicame. Los dos autores se muestran orgullosos de la manera como se ha trabajado en el libro. Por ejemplo, Daniel Klein vio algunos trabajos fotográficos y se vio deslumbrado con las obras del francés Pierre-Yves Dhinaut. Llegó a él a través de los contactos de la editorial 5 Continents. “Todo en el libro es profesional, el fotógrafo no fue elegido porque era amigo nuestro o primo de alguien, sino por su calidad”, agrega Iván Cruz. Pierre-Yves Dhinaut vino en tres ocasiones a Ecuador. Se quedó por periodos de hasta dos meses para hacer el trabajo gráfico. Los resultados son espectaculares, el uso de iluminación artificial y fondos oscuros realzan los detalles estéticos de las piezas. Hay estudios muy puntuales sobre la valía de las figuras. Entre los estudiosos de la materia que ayudan con el contexto histórico, artístico y arqueológico están: Miguel Ángel Cabodevilla, León Doyon, Richard Lunnis, Clemencia Plazas, Karen Stothert y Francisco Valdez. Luego vino la parte más innovadora de esta propuesta, que fue complementarla con textos que hicieron de este libro un todo artístico. El poeta Javier Ponce (quien en la actualidad es ministro de Defensa) recreó en evocaciones de verso libre lo que él sentía al ver esas figuras milenarias, con lo que queda claro que en arqueología el antiguo régimen, que se limitaba a realizar catálogos fríos de piezas enumeradas, ha sido derrocado. La estética se impone.