Repleto el auditorio y con gente de pie, arrancaron con A night in Tunisia de Dizzy Gillespie con Vega tocando unas barras de Historia de un amor, esto es, Ya no estás más a mi lado corazón... en medio de una improvisación libre de jazz latino. Con este detalle Ray Vega dejó claramente establecido quién era, sirviendo de inspiración para Jorge Vega en congas, Raúl Molina en batería, El Jefe Vergara en bajo, el propio Newton Velásquez en teclados, Carlos Prado en flauta, Jorge Bolaños en saxo y, a ratos, Rafael Peralta en guitarra eléctrica.
Guiados por Vega, que entraba y salía en Morning, un jazz latino más sinuoso y lento que dio paso a New World Spirit, composición del mismo Ray Vega como tributo a Ray Barreto, mezclaron la suavidad de la melodía y excelente percusión con gran sentido del tiempo, otorgando brillo al recital.
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Pero fue Manteca, nuevamente un clásico de Dizzy Gillespie, quien añadió afrorrumba al be-bop, lo mejor de una noche llena de aciertos.
Con un fondo rítmico muy bajito, suavecito pero bien apretadito (la mano directa de Ray Vega) pudieron lucirse todos, destacando el gran sentido melódico de Carlos Prado en flauta. A mitad de camino en el programa hicieron un juguetón Kan - Kan - Kan para entrar, sin pausa, a un Oye cómo va para roquear con la guitarra eléctrica de Rafael Peralta y mostrar al Jefe Vergara en solo.
Sofía Nieto, joven y muy bella, interpretó Misty, de Errol Garner, una melodía lenta de jazz puro con que mostró excelentes condiciones. Una auténtica promesa.
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Watermelon man, clásico de jazz latino compuesto por Herbie Hancock y que popularizó Mongo Santamaría, fue una demostración de Ray Vega en trompeta que cantó en modalidad muy personal de scat. Todo un acierto más del Centro Ecuatoriano Norteamericano.