| rrivadeneira@radiocity.com.ecCon una mente abierta y curiosa, un estómago resistente y un saludable apetito, el internacionalmente reconocido chef y escritor gastronómico conversó con El aguacate en una entrevista que se transmitirá mañana lunes, desde las  18:00 hasta las  20:00, por Radio City. Si existiera alguna clase de agrupación secreta o club social integrado por personas cuyos paladares son extremadamente obsesivos, de seguro sería el presidente. Mi sentido del gusto es bastante limitado y su objetividad gastronómica es más yanqui que la barba de Tío Sam. Me abstengo de los mariscos, embutidos y demás placeres culinarios internacionales. El arroz, puré y carne frita son mi sol y los fideos con mantequilla mi salvación. Es por eso que al dialogar con Andrew Zimmern me hacía sentir como si hablara con algún extraterrestre estacionado en el lado oscuro de la Luna. Este gran personaje ha entrado a nuestros hogares con su exitoso programa de televisión Bizarre Foods (comidas exóticas), que se transmite todos los jueves a las 21:00 por el canal de cable Travel and Living. Este chef nacido en la ciudad de Nueva York viaja por el mundo probando la gastronomía local de todos los lugares que visita, ya sean los ojos de un ave o los testículos de algún mamífero. Es esta costumbre la que asombra al espectador y me pone a pensar que el señor está perdiendo la batalla con la realidad. Sin embargo, no puedo estar más alejado de la verdad, según las propias palabras de Zimmern, cuando conversamos con él durante nuestra serie de entrevistas por los cinco años de Radio City. “Los sabores que busco son parte de la vida diaria de los lugares que visito, pero el resto del mundo no sabe que esos sabores forman parte de esa cultura”. Andrew afirma que si la gente visita cierto lugar y está ahí, por qué no se debe de comer lo mismo que sus habitantes ingieren; es la comida típica, la comida local. No entiende por qué se debería de viajar a un lugar del mundo como Ecuador y no comer mote o cuy. Él lo ve desde un punto de vista holístico, meterse en la cultura de un país primero con la boca. “Quizá se pueda aprender más de un lugar por la comida, en vez de ir a un museo o leer un libro, se puede aprender de todo el entorno por medio de la gastronomía. Existe una parte cultural del programa de la que a veces no se fijan”. El programa en sí es una extensión de su vida personal, ya que desde pequeño solía hacer viajes donde probaba la comida de los lugares que visitaba. “... Visité el sur de Italia, y al regresar me preguntaban lo que comí y contestaba de manera muy natural que había comido una pasta con calamar cubierta por una salsa de tinta negra. La gente me miraba como si estuviera loco”. Esta naturalidad lo llevó a enunciar su frase característica: “Si se ve bien, cómelo”, oración que lentamente se ha impregnado en la cultura popular y que surgió de una improvisación durante la grabación del primer programa. Esta oración quizá es lo que lo obliga a aceptar los alimentos que se le ofrecen cuando está explorando diversas culturas por medio de su paladar. Pero reflexionando un poco sobre sus viajes y degustaciones, Andrew también narra ciertos alimentos que rozan los límites de lo extraño, aun para él. Una de las cosas más raras que ha probado aparece en Santiago de Chile, donde comió un piure, un gran invertebrado que al abrirlo se encuentran unas ostras rojas vibrantes que viven dentro de este. También aparece en su lista un restaurante de burro, no por tratarse de la carne de este animal, sino porque hacen un plato con su piel salteada con vegetales... “Nunca pensé que esa piel tan fibrosa y dura sea tan deliciosa”. Luego de mencionarle que me arruinó el almuerzo, Andrew comienza a describir platos aún más extraños, lo que lleva a que alguien pueda asumir que Zimmern pasa más tiempo en el baño que en un comedor. Pero muy contrario a lo pensado, nos comenta que las últimas veces en que su estómago parece haber sufrido algún estrago alimenticio fueron en un restaurante en Portland Maine y cuando probó una ensalada Tex Mex mientras filmaba un comercial. Andrew está muy alejado de ser un triturador de alimentos humano, admite que en ocasiones se ha negado a probar ciertas comidas. Gracias a su instrucción culinaria. Optó por no ingerir unos intestinos de pollo en Malasia, los cuales estaban crudos y no habían sido lavados previamente. En la India tampoco degustó una ensalada a la que querían agregarle una salsa diluida con agua que no estaba filtrada, y sabía que eso podía conducirlo a lo que él llama una “pesadilla bacteriológica”. Luego de hablar acerca del sureste de Asia, región que admite que posee las comidas más raras del mundo, continúa con sus filosofías culinarias que presentan una relatividad adquirida por el entorno. Y con esto en mente reflexiona sobre Estados Unidos, país productor de alimentos raros, como por ejemplo el queso amarillo que viene laminado en finos cuadrados; algo que le parece muy extraño para otras partes del mundo. Con esto en mente, conversamos acerca de su viaje a nuestro país, donde relata con bastante humor su experiencia mientras navegaba por el río Napo en busca de monos. “Uno de los guías me mostró una planta que crecía sin vida vegetal alrededor, como si hubiera convertido la tierra en veneno. Lo único que vivía dentro de la planta eran hormigas de limón, insectos que llevan ese nombre porque saben a la fruta, Estas son comidas como snacks y son bastante sabrosas y consumidas por los indígenas locales”. Y con cada respuesta dada por Zimmern uno puede ver, oler y sentir no solo la comida, sino el ambiente, la gente, las costumbres del lugar visitado. Es un hombre que no solo se ha convertido en un experto en gastronomía mundial, sino también en un excelente relator de sus vivencias. Andrew nos educa por medio de sus aventuras. La comida es solo un punto de partida para ampliar nuestros horizontes y querer conocer, aprender y experimentar un poco más. Lo que nos enseña en sus conversaciones y exploraciones culturales dentro de su programa es que a la larga somos muy diferentes pero nos une un común, todos tenemos hambre.Los sabores que busco son parte de la vida diaria de los lugares que visito, pero el resto del mundo no sabe que esos sabores forman parte de esa cultura”. Andrew ZimmernEL AGUACATE en Radio City: FM 89.3 Guayaquil y FM 99.7 la Península, de lunes a viernes, 18:00