Usando solo los impulsos eléctricos de su cerebro, un mono logró dirigir un brazo biónico para sacar un malvavisco de un pincho y llevárselo a la boca.

“Están usando una prótesis motorizada para alcanzar, agarrar y acercarse comida a la cara”, dijo Andrew Schwartz, de la Universidad de Pittsburgh, cuyo estudio aparecerá en la revista Nature.

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Schwartz dice que esta tecnología puede llevar hacia la creación de extremidades controladas por el cerebro, útiles para personas con lesiones en la médula espinal o que sufran enfermedades que hagan esas tareas imposibles.

Hasta ahora, esta interacción entre cerebro y máquina ha sido utilizada solo para controlar el movimiento de un cursor en la pantalla de un ordenador pero Schwartz y sus colegas quieren aplicar esta tecnología a los quehaceres del mundo real.

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Los monos guían el brazo de la misma forma que mueven sus extremidades, a través de impulsos nerviosos. El equipo de Schwartz recogió las señales a través de un electrodo del tamaño de media tachuela, implantado en el cerebro del mono. Esos impulsos eléctricos se amplificaron y transmitidos a un ordenador que opera el brazo electrónico.

Schwartz afirma que a un mono le lleva tres días aprender a operar el brazo y que después continúa mejorando. Hasta ahora el equipo ha entrenado a dos monos que son sentados en una silla y atados para que usen la prótesis para alimentarse.

La meta final es desarrollar una prótesis controlada por el cerebro para restablecer las funciones naturales de una persona amputada o con problemas en la médula espinal.