Desde que llegó con su ritmo frenético y descarnadas líricas (verdaderas crónicas urbanas del mundo callejero, el amor, el sexo y el goce) algunas costumbres y modas cambiaron entre los jóvenes.Ellos desplazaron la salsa y el merengue para inclinarse por el reggaetón y ahora cuando su ritmo sincopado –¡bum, pam, pam, bum!– suena en bares, discotecas y conciertos, hombres y mujeres, más que bailar, acoplan sus cuerpos a ese martilleo característico. La vestimenta usual de los hombres es de ropa holgada y las mujeres pantalones descaderados, faldas minúsculas y tops.En Guayaquil, boutiques, tiendas y puestos populares ofrecen vestimenta y accesorios a los fanáticos que desean estar a tono.Desde hace siete años, Christian Benguechea –quien residió en Nueva York (EE.UU.)– ofrece en la boutique The Yankees, ubicada en el c.c. Bahía Malecón, ese tipo de ropa y accesorios. Dice que antes no existían locales similares y que su clientela la componen jóvenes de 15 a 25 años.“Muchachitos que hasta dejan de comer para comprarse un par de zapatos o una camiseta talla dos equis cuando ellos apenas son small, pero la ropa ancha es la moda”.Ellos, agrega, acuden más los fines de semana, quincena, fin de mes o cuando hay algún evento. “Se desesperan por ir bien trajeados”.La moda reggaetonera ofrece más a los hombres. El vestuario consta de camisetas de marca. Anchas y con la imagen de sus cantantes favoritos como Daddy Yankee, Don Omar, Tito El Bambino y Héctor El Father.Algunos, pese al calor de estos días, usan chompas holgadas que en los EE.UU. emplean contra el frío. Los pantalones siempre son jeans holgados o bermudas anchas y media canilla. Calzan zapatos deportivos: For One, Nike, Adidas, Reebok o pesadas botas Timberland.Por ejemplo, Víctor, de 20 años, conocido como Fitin50, acude todas las semanas a la boutique Las Américas a ver qué mercadería ha llegado. “Como soy criado en Nueva York me gusta vestirme así desde muchacho”. Él luce su ropa los fines de semana en discotecas como La Mejor (Camilo Destruye y la 38) y Madim Beer (frente al aeropuerto).José Vera, dependiente de ese local, dice que ofrecen marcas raperas y reggaetoneras como Ecko, Roca Wear, Sean Jhon, etcétera, pero en tallas grandes. “Para ellos mientras más vestimenta ancha tengan encima es mejor”, dice.En el popular sector de la Bahía diversos puestos ofrecen ropa y accesorios para el look reggaetonero, es el caso de Francisco Alcócer que vende a precios más económicos camisetas deportivas, rockeras y “como ahora están de moda, también las reggaetoneras”.Entre los accesorios están las gorras beisboleras, pasamontañas o las “durax” que son pañoletas o badanas. Los Blink Blink, collares gruesos con dijes grandes que parecen de plata pero que son de fantasía, cuestan $ 13; los anillos y aretes con brillantes; relojes grandes y llamativos; cinturones con hebillas inmensas, etcétera.Si su música, las letras de sus temas y su baile –el perreo– a muchos les resulta escandaloso, la vestimenta y los accesorios del reggaetón únicamente son vistosos y algo estrafalarios.Ventas Algunos de los locales donde venden este estilo de ropa son: The Yankees, c.c. Malecón 2000, galería C, locales 24 y 25; Las Américas, Pedro Carbo 1101 y Colón; Planeta Sport, avenida Olmedo y Malecón; D’Frank, La Bahía, entre Mejía y Calderón, locales 39 y 42.Precios Las camisetas se pueden adquirir desde $ 20; pantalones a partir de $ 30; bermudas mínimo $ 25; conjuntos –camiseta y bermuda– desde $ 68; zapatos mínimo $ 58; gorras por no menos de $ 10; anillos desde $ 5; blink, blink a partir de $ 10; relojes desde $ 10. Precios están relacionados con marcas y locales.","isAccessibleForFree":true}
El gusto por esta música lleva a sus seguidores a vestir pantalones y camisetas anchas, grandes cadenas, múltiples accesorios y gorras de variados diseños.
Desde que llegó con su ritmo frenético y descarnadas líricas (verdaderas crónicas urbanas del mundo callejero, el amor, el sexo y el goce) algunas costumbres y modas cambiaron entre los jóvenes.