Ronaldo, delantero del Milan, fue interrogado el lunes pasado por la policía, luego de un altercado con travestis en un motel de Río de Janeiro, informaron ayer las autoridades.
El futbolista acusó a uno de los travestis de tratar de extorsionarlo, dijo el inspector policial Carlos Augusto Nogueira.
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Nogueira informó que el altercado comenzó cuando Ronaldo se percató de que estaba negociando con travestis y no con mujeres. El inspector indicó que Ronaldo admitió que se había reunido con supuestas prostitutas el domingo por la noche, pero no se percató de que eran travestis sino hasta que fueron al motel.
“Él admitió todo; quería divertirse. Pero no cometió delito alguno, si acaso fue algo inmoral”, dijo Nogueira. La prostitución no es ilegal en Brasil.
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El artillero del Milan declaró a la policía que se ofreció a pagarle de todos modos a los travestis, pero antes de que se fuera, uno de ellos le habría exigido 30.000 dólares para no divulgar el caso a la prensa.
Ronaldo negó haber utilizado drogas y aseguró que él es “la única víctima de un intento de extorsión” en el caso de su implicación con tres travestis.
OTRA VERSIÓN
Uno de los travestis, conocido como Andreia Albertino, contradice la versión del atacante y aseguró que, en la noche del domingo, Ronaldo fue con él y con otras dos personas a un motel en el exclusivo barrio carioca de Barra da Tijuca, donde mantuvieron un “programa maravilloso” de relaciones sexuales.
Albertino dijo que Ronaldo lo envió a la cercana favela Ciudad de Dios a comprar cocaína y que cuando regresó, el futbolista se negó a pagarle por sus servicios y por la droga.
Según el relato de Albertino, Ronaldo sí pagó a sus otras dos compañeras que ya se habían marchado y le dijo a él “que se entendiese” con las otras dos.
Albertino también publicó en el popular portal de Youtube un corto video tomado con un teléfono celular en el que se puede ver a Ronaldo vestido con la segunda camiseta del Flamengo, misma ropa con la que se dejó ver unas horas antes en las gradas del estadio Maracaná.