La especie es asexual y hay hembras que usan a otros machos para aparearse, pero no con su esperma.

Según investigaciones de la Universidad de Edimburgo, realizados en Escocia, el pez molly amazónico emplea trucos genéticos de supervivencia para evitar la extinción.

Los expertos creen que el molly ha logrado sobrevivir miles de años gracias a que interactúa con machos de otras especies para desencadenar el proceso de reproducción.

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Esta especie, formada solo por hembras, se encuentra principalmente en el sur de EE.UU., México y parte de Colombia, y por mucho tiempo se ha creído que está amenazada de extinción, ya que con la reproducción asexual ocurren cambios perjudiciales en los genes a través de las generaciones, dice BBCmundo.com.

Molly –al igual que otras especies asexuales– utiliza una técnica de reproducción llamada ginogénesis, con la cual los descendientes son clones de la madre que no heredan ningún material del ADN del padre.

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Debido a que todas las especies ginogenéticas son hembras, la activación de sus óvulos requiere el apareamiento con machos de especies cercanas, pero no hacen uso del esperma, y así estos otros ejemplares no contribuyen en lo absoluto con ningún material genético para las nuevas crías.

Trucos genéticos
Para descubrir cómo ha logrado sobrevivir tanto tiempo el pez molly, a pesar de las mutaciones genéticas generacionales, los científicos de la Universidad de Edimburgo estudiaron complejos modelos matemáticos.

Calcularon el tiempo de extinción del pez basado en modelos de los cambios genéticos ocurridos durante miles de generaciones.

Los resultados mostraron por primera vez que, basados en los modelos actuales, el pez tuvo que haberse extinguido en los pasados 70.000 años.

Pero, según los investigadores, la especie no ha desaparecido –y, de hecho, tiene prósperas poblaciones en el sureste de Texas y noreste de México– gracias a trucos genéticos de supervivencia que les ha ayudado a mantenerse viva.

Una teoría, dicen los científicos, es que la especie quizás utiliza un poco de ADN de los machos para provocar la reproducción y renovar su acervo genético. “Lo que descubrimos es que este pez realmente posee algo especial y cuenta con trucos que lo ayudan a mantenerse vivo”, dice el doctor Laurence Loewe, de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad de Edimburgo.

“Quizás lo que ha ayudado a la especie a sobrevivir son las relaciones sexuales ocasionales con extraños”, agrega.

“Pero vamos a seguir estudiándolos para poder obtener más respuestas”, anota el científico, quien afirma que el estudio también podría ayudar a entender mejor a otras especies que operan de forma similar y también utilizan esos trucos de supervivencia. Una de estas es la salamandra, que al parecer ha logrado sobrevivir reproduciéndose con ginogénesis durante más de un millón de años.