Ayer, como preámbulo, realizaron un foro en Guayaquil al que asistieron unas 200 personas y expertos extranjeros.
Allí se debatieron estos temas y las experiencias de otras naciones latinoamericanas.
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A criterio de Julián Cruzalta, maestro en Teología Moral de la Comisión de Derechos Humanos de México, el que exista en Ecuador, en el marco de la Asamblea Constituyente, todo un debate sobre la inclusión del nombre de Dios en la nueva Carta Magna, significa un retroceso. “Seguimos discutiendo problemas que parecían superados. Para que se desarrollen las sociedades en un marco de pacífica convivencia se ha vuelto indispensable lo que se llama Estado laico, que no asume ninguna mirada religiosa, sino que respeta a todas”, afirmó.
Esta visión es compartida por Rosa López, del Movimiento de Mujeres de El Oro, quien cuestionó a organizaciones Provida y religiosas, pues, según ella, pretenden que la Constitución limite las libertades sexuales y reproductivas. Lo último, en referencia al aborto.