Lo anunció Mauricio Pinto, su gerente general, tras explicar que la decisión se tomó como parte de un plan de modernización y de expansión.
Según Pinto, tres aspectos que vive Perú alentaron la inversión: el Tratado de Libre Comercio (TLC) con EE.UU., que ya se implementa; el otorgamiento de líneas de crédito para este tipo de industrias, y el crecimiento económico que experimenta el país, al igual que las exportaciones de textiles confeccionados, que alcanzan ya los $ 1.600 millones.
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La fábrica, que según lo previsto funcionará desde junio, se edifica sobre 2.000 m² y allí trabajarán 70 personas bajo tercerización. “Perú tiene una dinámica y flexibilidad laboral que permite este tipo de contratación”, afirmó, al indicar que en Ecuador las medidas son restrictivas.
“Hemos cancelado a los trabajadores, adelantándonos a lo que se viene, que la tercerización será ilegal”.
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En esta fábrica, para la que se invierten $ 300 mil, no solo se suplantará la mano de obra despedida en Ecuador, sino que se harán camisetas con materia prima peruana y se exportarán a países como Alemania.
La inquietud, dijo Pinto, está en qué ocurrirá en la Asamblea respecto al trabajo por horas, pues en los 30 almacenes que tiene, los empleados son contratados bajo esta modalidad.
Ayer, en una visita a Quito, el ministro de Trabajo de ese país, Mario Pasco, sostuvo que en Perú la intermediación laboral existe, pero que será revisada este año para regularla mejor.
Señaló que si una empresa como Pinto decide ir a trabajar a Perú tendrá garantizada su inversión.