Pero no todo estuvo perdido, vale la pena destacar la actuación de Mercedes (Lourdes Valera), Claudia (Gabriela Vergara) y Simón (el joven Miguel Ángel Morena). Y si bien la banda sonora es pésima, aplaudo el recurso inicial de una maquiavélica voz en  off  cantando Juguemos en el bosque. El efecto que conquista en el espectador mientras desarrolla una buena secuencia de imágenes en la pantalla es casi perfecto. De otro lado, la iluminación es completamente plana y, en muchos casos, tan sencilla que empobrece la escasa belleza de los encuadres.

Saltos de eje, uso excesivo de angulares y encuadres confusos hacen pensar en la inexperiencia de la dirección de cámaras. La edición resulta demasiado simple, las disolvencias, cortes y demás transiciones no existen: todo se resume en un fast forward que cuenta todo lo que sucede. La voz narrativa explica lo obvio y resulta cansino para  la inteligencia de quien está en la butaca.

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La estética de 13 segundos necesita arreglos con urgencia. Puede que lo único original que tenga la cinta sean las famosas imágenes reales dentro y fuera del útero, recurso que fue extremadamente utilizado y que perdió su atractivo en la primera hora de película.