El director español Pedro Almodovar y las  principales figuras de la "Movida" madrileña travistieron con un viento de  excentricidad la noche del sábado en el tradicional Baile de la Rosa de Mónaco  que ha presidido el príncipe Alberto II

Imagen insólita al principio de la velada: un grupo de travestís con  frufrús cargados de adornos recibieron en la sala del Sporting de Montecarlo al  príncipe en compañía de su amiga Charlène Wittstock, vestidos con más  sobriedad, smoking negro él y vestido azul oscuro ella.

Publicidad

El príncipe Ernst-August de Hannover y su esposa Carolina con sus hijos,  Pierre y Charlotte Casiraghi, también estaban presentes para rememorar la  explosión cultural de la España de los años ochenta, la "Movida", que hizo  olvidar el negro periodo del franquismo.

En la asamblea muy formal de vestidos y trajes oscuros, el cabello de Pedro  Almodóvar, la melena de fuego de la cantante hispano-mexicana Alaska, el aire  gótico del grupo de las Nancys Rubias destacaban tanto como los travestís y  otros bailarines andróginos más o menos desnudos que invadieron el escenario  durante hora y media de espectáculo cálido y exuberante.

Publicidad

Ante los 850 invitados que habían pagado 750 euros para participar en la  velada y en una tómbola, se han sucedido numerosas figuras indiscutibles de la  escena española: la bailarina y coreógrafa Blanca Li, la actriz y cantante  Rossy de Palma, la cantante flamenca Carmen Linares o Luz Casal, la inolvidable  intérprete "Piensa en mí" en la película "Tacones lejanos", de Pedro  Almodóvar.

El cineasta madrileño abrió el baile con algunos pasos de baile y cantando  con un micrófono después de recordar que "celebrar la Movida es también  celebrar la transición democrática de España hacia la libertad. Nada hubiera  sido posible sin esa libertad recobrada".

El Baile de la Rosa, organizado por la Sociedad de Baños de Mar (SBM)  permite recabar fondos para la fundación de la princesa Grace, que se consagra  sobre todo a la ayuda a niños hospitalizados.