La estrella cubano-venezolana dijo ayer que después de cerca de un año y medio de producción finalmente cree haber dado con el guionista idóneo para su filme independiente. "Creo que ya está por allí", dijo en referencia al libretista del filme, aún sin título.
"Será ficción-documental", acotó. "Los personajes, los actores, son ficticios, pero lo que van a mostrar va a ser la realidad del país, que sí es verdad".
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Alonso, de 50 años, fungirá como una de las productoras y protagonistas de la cinta.
El 11 de abril del 2002, luego que una veintena de personas murieron baleadas durante multitudinarias marchas contra el gobierno venezolano, el presidente Chávez perdió el respaldo de su alto mando militar y fue brevemente derrocado, arrestado y reemplazado por un gobierno interino.
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Horas después, tras manifestaciones populares en contra del nuevo gobierno, militares leales a Chávez lo rescataron y lo reinstauraron en el poder.
"Ellos están allí por un delito que no cometieron", dijo sobre los activistas de la oposición encarcelados por su papel en el golpe. "Y no podemos abandonarles porque son gente buena, gente que estaba haciendo su trabajo, que es proteger a los que estaban en la marcha y si no hubieran estado ellos allí, muchos más hubieran muerto".
En tanto, el gobierno venezolano dice que aquellos que siguen presos por el 11 de abril del 2002 son prófugos o culpables de crímenes, no aptos para la amnistía dada por Chávez en enero de este año.
La actriz de películas como Moscú sobre el Hudson y La casa de los espíritus, una de las pioneras latinas en Hollywood, dijo seguir asiduamente las noticias de Venezuela a través del canal televisivo Globovisión y resaltó que el interés particular detrás de su activismo contra el gobierno de Chávez son los niños.
"Los comunistas... los totalitarios, los dictadores... empiezan a adoctrinar a los niños desde chiquitos, empiezan a meterles cosas en la cabeza que no son verdad: que es odio, desunión, que el ser rico es malo, el ser individuo es malo", apuntó.
La intérprete de canciones como Acaríciame y Noche de copas manifestó estar consciente del efecto que puede tener como activista, pero dijo respetar la decisión de otros artistas que deciden no meterse en la política. "Creo que el pueblo de cada uno de estos países necesita la ayuda de nosotros que no somos políticos, que no estamos metidos en la política, que no queremos ningún puesto político. Pero como gente conocida, como artistas, se nos escucha y quizás hasta se nos cree más porque no andamos buscando nada sino paz y unión y democracia", puntualizó.