Al mismo tiempo, desde edificios y en el malecón gritaban “vivas” para Correa y el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot.
El Mandatario aseguró que “sabemos con qué clase de gente nos enfrentamos, esa gente que se negó a la provincialización de Santa Elena, que para castigo de los peninsulares por celulares, mensajes de internet y por declaración de los bravucones de siempre dijeron que no vengan”.
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“¿Y cuál fue la consecuencia de eso? Que la Península ha tenido una de las mejores temporadas de su historia”, dijo.
También advirtió a los turistas que estaban en los edificios. “Así que los peluconcitos que andan escondidos por ahí sigan gritando, que en las próximas elecciones de Guayaquil les vamos a dar tres a uno”.
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Luego recordó la elección de Ana Triviño, de PAIS, como prefecta. “Lo bonito es que el pueblo, que no tiene ni periódicos, ni la prepotencia, ni es soberbio, ni la mala educación de gritar, responde con votos”.