Como un “gran abrazo fraterno”, describió el sacerdote Valter Darío Maggi, el recibimiento que le dieron al llegar a esta ciudad, luego del nombramiento que le hizo el papa Benedicto XVI como nuevo Obispo Auxiliar de Guayaquil.

“Me tomó por sorpresa”, manifiesta este sacerdote, de origen italiano que llegó al Ecuador hace 16 años para servir como párroco en Portoviejo, en la iglesia Cristo de la Buena Esperanza, Espíritu Santo y de la parroquia Universitaria San Juan Apóstol.

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Sobre este nombramiento, el arzobispo de Guayaquil, monseñor Antonio Arregui señaló que la designación del padre Maggi “responde a un proyecto para elaborar una nueva diócesis en Guayaquil que se irá trabajando poco a poco”, anotó.

El sacerdote diocesano pertenece a la fraternidad San Juan Apóstol y está próximo a cumplir 52 años. Trabajará conjuntamente con los otros obispos Marcos Pérez y Aníbal Nieto.

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Su vida
Nació en Bérgamo (Italia) el 12 de agosto de 1956, un pueblito “con cerca de cuatro mil habitantes y más de 30 sacerdotes”, según sus palabras.

Recibió la ordenación sacerdotal el 15 de junio de 1985. En 1989 obtuvo la licenciatura en Teología del Matrimonio y de la Familia; en 1992 llegó a la Arquidiócesis de Portoviejo donde también fue nombrado vicario de Educación y desarrolló su actividad pastoral.

También se desempeña como Secretario Ejecutivo de la Comisión de Educación de la Conferencia Episcopal.

Con respecto al trabajo que realizará en Guayaquil, el padre Darío (como lo llaman sus amigos y conocidos) señaló que aún le falta “empaparse de toda la labor apostólica que requiere esta ciudad”.

“Apenas conozco las calles Chimborazo y Clemente Ballén”, dijo sonriente, al referirse al escaso tiempo que ha estado en esta ciudad, específicamente en la curia de Guayaquil ubicada en esas calles.

La ordenación como nuevo obispo está prevista para el próximo 5 de abril, en una ceremonia especial que se desarrollará en la catedral de Guayaquil.