James Dean, el protagonista del filme Rebelde sin causa, murió el 30 de septiembre de 1955, a sus 22 años, en un accidente automovilístico.
El mismo destino cegó la vida de Jayne Mansfield, una de las estrellas más deslumbrantes de los cincuenta y sesenta (fallecida el 29 de junio de 1967).

Así como el de Natalie Wood –considerada la actriz más popular de Hollywood junto con Elizabeth Taylor–, quien murió en 1981 cuando cayó de su yate y se ahogó el 29 de noviembre, un accidente que conmocionó a Hollywood.

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Los vicios y los excesos acabaron con la vida de muchos talentos de la meca del cine como ocurrió con Brad Renfro. En la lista constan River Phoenix (31 de octubre de 1993), recordado por la película Stand by Me; John Belushi (5 de marzo de 1982), quien actuó en The Blues Brothers; y Chris Penn (24 de enero del 2006), hermano del también actor Sean Penn.

Los misterios en torno a la muerte de muchos otros íconos forman parte de la historia de la ciudad de las estrellas.

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Esto ocurrió con el deceso de Marilyn Monroe, calificado como un suicidio a causa de una sobredosis de fármacos, pero en cuya investigación nunca se logró descartar la hipótesis de que la actriz pudo haber  sido asesinada. Un caso similar al de Heath Ledger, en el que aún se indaga si  fue un suicidio o un accidente provocado por la mezcla de medicamentos, como lo indican sus familiares.

Así también Elvis Presley, ícono de la música popular del siglo XX y que protagonizó unas 30 películas a lo largo de su carrera, quien fue hallado muerto el 16 de agosto de 1977 en su cuarto por una sobredosis de fármacos, según el informe de los forenses.

A estos casos se suman otros sin resolver como el de Bruce Lee y su hijo Brandon Lee. El primero fallecido el 20 de julio de 1973 por una enfermedad no identificada luego de mostrar un fuerte dolor de cabeza y quedar inconsciente; y el segundo, el 31 de marzo de 1993, herido de bala mientras rodaba la película El Cuervo. En ambos hubo sospecha de conspiración.

Por causas rara vez esclarecidas otros famosos se suicidaron, como en el caso de George Reeves (16 de junio de 1959), conocido por interpretar al recordado héroe Superman; y Jonathan Brandis (12 de noviembre del 2003), famoso por su participación en el filme La historia sin fin (segunda parte).

Pero sin duda alguna los eventos que han marcado a Hollywood han sido los crueles asesinatos de algunos de sus hijos prodigios, como Judith Eva Barsi, quien empezó a actuar a los 5 años en películas como Tiburón 4 y El ojo del tigre; así como en las series ‘Cheers’, ‘Remington Steele’, ‘Cagney’ y ‘Lacey’. Ella fue asesinada por su padre cuando tenía apenas 10 años, el 25 de julio de 1988.

Otra trágica desaparición fue la de Sharon Tate, esposa del director Roman Polanski, quien fue asesinada el 9 de agosto de 1969 a manos de seguidores de Charles Manson, fundador de La Familia, una secta satánica. La actriz, de 26 años, tenía ocho meses de embarazo.

Pero fue el asesinato de Elizabeth Short en 1947 el que inspiró libros y varias películas por el impacto que provocó en el mundo. El cadáver mutilado de Short, de 22 años, apareció en una llanura de Hollywood. La autopsia reveló días después que la mujer había sido atada y torturada brutalmente durante dos días. Según los médicos forenses, Short fue quemada con cigarrillos, sus piernas fueron fracturadas, luego fue asfixiada y su cuerpo cortado en dos.