En una renovada versión del Síndrome de Estocolmo se logra una de las típicas películas que combina acción con situaciones de comedia. Ledo y Francella ya probaron su eficacia con Papá se volvió loco, que reunió a dos millones de espectadores en el 2005. Francella es uno de los actores cómicos más reconocidos de Argentina y protagonista de decenas de éxitos en TV, una veintena de películas, entre las que se destacan Brigada explosiva (1986), Los Extermineitors (1989), Un argentino en Nueva York (1998).
El espectador no verá un filme cargado de superactuaciones o efectos por computadora, Incorregibles es una comedia argentina de la ‘vieja escuela’, de esas que no tienen mucho guión. Todo basado en una cantidad indescriptible de recursos gestuales y tonos de voz que hace Francella. Nada nuevo, pero muy efectivo. Dady Brieva, por su parte, cuenta con apenas un puñado de participaciones en cine. Su fuerte es el teatro. En cuanto a Gisella Van Lacke hay que destacar que saltó a la fama como modelo y conductora de TV. Su carrera actoral se limitaba hasta el momento a una telenovela. El resto del elenco sinceramente, da angustia.
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Incorregibles no es limitada o ingenua: responde a fórmulas claras y logra ser un entretenimiento apto para multitudes, simplista, abiertamente comercial, abundante en apoyos publicitarios y carente de riesgo y vuelo artísticos.
Las escenas de tiros y de acción con autos por lo menos no dan vergüenza ajena, el trabajo está bastante cuidado. Hay que tener en cuenta ciertas cuestiones antes de comprar la entrada. Es una película argentina y como tal, los efectos especiales y la espectacularidad de las escenas de acción no podrán compararse con Hollywood.
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Las trayectorias de Francella y Brieva nos dan una pista sobre el tipo de humor que encontraremos en pantalla. Algunas groserías modificadas de forma interesante lingüísticamente, chistes machistas y humoradas livianas dejarán afuera a aquellos con pretensiones intelectuales.