La enfermedad se debe a un bacilo de evolución lenta y el periodo de incubación puede durar entre diez y veinte años.
Poco contagiosa, se transmite esencialmente por las vías respiratorias. El 90% de las personas en contacto prolongado con el bacilo no desarrolla la enfermedad.
Publicidad
La aparición de manchas insensibles en la piel es el primer síntoma visible de este mal.
Desde 1981 se dispone de un tratamiento eficaz, una poliquimioterapia que al asociar tres antibióticos mata el bacilo, frena el contagio y cura al enfermo en seis a 12 meses.
Publicidad
Pero si se diagnostica demasiado tarde el tratamiento pierde eficacia, como ocurre con varios millones de leprosos que guardan secuelas.
Más de 14 millones de enfermos se curaron en los últimos 25 años, pero "el número de nuevos casos sigue siendo elevado, con más de 265.000 víctimas en el 2006", entre ellas más de 20.000 son niños, recalca la Fundación Raoul Follereau.
La lepra sigue presente en un centenar de países, como Brasil e India.