Especialistas sugieren afrontar la situación y buscar otras opciones de ingreso económico, sin dañar la salud.
Complacer los gustos de familiares, amigos y los propios en Navidad y fin de año resultó mucho más fácil para la mayoría de personas que cancelaron con una o más tarjetas de crédito y se acogieron a las facilidades de pagos diferidos y con meses de gracia que se ofrecieron en la época. Pero, las fiestas pasaron y ahora los endeudados tienen que afrontar la realidad y empezar a sumar las cuotas que les tocará ir cancelando mensualmente.
Esta situación es para muchos de los compradores motivo de angustia, depresión e irritabilidad. Ante ello, cuatro especialistas recomiendan asumir con tranquilidad las deudas, analizar con detenimiento una manera de cubrirlas sin perjudicar su estado anímico.
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Afrontar la realidad –aceptando las consecuencias– y entender el motivo que llevó a comprar a crédito es el primer paso que el individuo debería dar en este proceso, explica Antonio Santos, psicólogo en comunicación y marketing.
Para él, lo importante radica en aprender de las adversidades y no atormentarse con un hecho que no tiene retroceso. “Debo tener claro cuál es mi flujo de ingreso y de cuánto puedo destinar mensualmente a cumplir con la responsabilidad adquirida”.
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Dice que es vital entender cómo funciona el consumismo, desde antes de adquirir un artículo, “esta ideología apunta al niño novelero que hay en cada persona, por eso muchas veces compramos cosas que no necesitamos. Todo lo que se adquiera hoy o mañana tendrá que ser cancelado y con sus intereses”, agrega y explica que es justamente cuando empiezan a llegar las planillas que se asumen en verdad las deudas y se produce el estrés por haber gastado más de lo que puede pagar.
Esta situación lleva al organismo a enfermarse porque la preocupación disminuye las defensas, acota el psicólogo Johnny Mero. “Hace que la persona se muestre de mal humor, impaciente, frustrada y que en muchas ocasiones recurra a la violencia como una forma de liberación o escape”, asegura.
Mero recomienda hacer pausas en el trabajo o en la actividad que ocupe más parte de su tiempo para evitar distraerse y no hacer mal las cosas. También hay que “evitar relaciones tensas o presiones para no hundirse en la angustia”.
Si el deudor no puede con la carga, debe buscar ayuda psicológica “o delegar lo delegable a otra persona”, dice Mero, con el fin de evitar enfermarse.
El médico Roberto León asegura que las deudas pueden llevar en los casos más críticos al suicidio “porque el paciente cree que no hay salida, que nadie lo puede ayudar”.
La presión arterial elevada, los problemas cardiacos, nervios (temblores), ansiedades, dolores de cabezas, hipersudoraciones y problemas intestinales como las diarreas son algunas de las dolencias que el ser humano puede desarrollar por la constante preocupación del pago de sus deudas, señala León.
“Disminución del apetito sexual y poca comunicación son otras de las consecuencias que se suscitan y afectan a la familia”, dice.
Por ello la consultora Miriam Rojas recomienda no involucrar a los niños en dificultades económicas puesto que podrían desarrollar algún problema psicológico, como el sentirse culpables.
Especifica que los padres deben mantenerlos al margen y cuidar de no desfogar su ira o impotencia con ellos. Además, aconseja liquidar primero las deudas grandes y con altos intereses, para que estos no sigan creciendo. También advierte que las tarjetas de crédito son útiles manejadas a discreción, de lo contrario pueden crear una dependencia o hábito muy dañino.
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Tarjetas de crédito circulan en el mercado nacional.
2’154.835
De tarjetahabientes se registraron hasta el 30 de septiembre del 2007, según un reporte de la Superintendencia de Bancos.
No se atormente
Dese un tiempo para distraerse y no piense tanto en las deudas, ni trabaje excesivamente porque su organismo se verá afectado. El estrés es una alerta de que está pasando algo en su vida.
Distribuya el dinero
Contabilice cuánto percibe al mes y destine una parte del dinero a cancelar las cuotas de las tarjetas de crédito. Esto sin despreocuparse de cubrir los servicios básicos (luz, agua, teléfono, comida, estudios, transporte...).
Reparta los pagos
Si su pareja trabaja, pídale ayuda para cubrir las deudas lo antes posible, así no tendrá que pagar los intereses acumulados. Ahorre al consumir los servicios básicos y evite todo tipo de gastos innecesarios.
Ingresos extra
Para conseguir dinero extra, puede optar por vender comida los fines de semana en su domicilio a sus vecinos o familiares, organizar un bingo o una rifa, o una fiesta en la que se beneficie con el cobro de la entrada.
Aprenda a decir no
Descarte la compra de productos de moda, regalos, ofertas en almacenes y vacaciones. Cada vez que vaya a abrir su cartera pregúntese si es necesario el artículo. No caiga en las estrategias consumistas.
Cambie su estilo de vida
En general no dependa de las tarjetas, úselas solo en caso de emergencia o para adquirir productos que no podría comprar de contado, teniendo siempre en cuenta cuál es su sueldo y sus gastos mensuales.