El percusionista cubano Carlos Patato Valdés, cuyo modo de tocar la conga lo convirtió en una leyenda del latin jazz, falleció. Tenía 81 años.
Valdés murió por complicaciones relacionadas con un enfisema la noche del martes en Cleveland, donde estuvo hospitalizado desde el 11 de noviembre, dijo Charles Carlini, promotor de conciertos y agente de Valdés.
Realmente fue uno de los más grandes percusionistas de todos los tiempos, y tenía ese respeto por sus pares, expresó Carlini el viernes.
Valdés, quien vivía en Nueva York y trabajaba con su grupo, los Conga Kings, se presentó recientemente en California, donde participó en el Festival de Jazz de San Francisco el 9 de noviembre, dijo Carlini.
El músico se quejó de dificultad respiratoria durante un vuelo comercial de regreso a Nueva York, y el avión realizó un aterrizaje de emergencia en Cleveland, donde fue hospitalizado, explicó el promotor.
Arribó a los Estados Unidos en la década de 1950 y trabajó con las más grandes figuras del latin jazz, incluyendo a Kenny Dorham, Tito Puente, Herbie Mann y Dizzy Gillespie.
Valdés deja a su esposa, Julia; dos hijas, Yvonne y Regla; y dos nietos.