Unos 650 mil  habitantes fueron desalojados por la llamada tormenta del “juicio final”.

El recuento oficial de muertos causados por un ciclón en Bangladesh llegó este sábado a 1.723 y los helicópteros del ejército y barcos de la armada se sumaron a las labores de rescate ante los estragos causados por la tormenta tropical más mortífera en una década.

El ciclón tropical Sidr destruyó el jueves decenas de miles de casas en el sudoeste de Bangladesh y dejó a millones de personas sin electricidad. Más de un millón de residentes costeños tuvieron que evacuar los refugios del gobierno.

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Los equipos de rescate trabajaron sin tregua a lo largo de las carreteras barridas por la tormenta o bloqueadas por los escombros depositados por el viento, para distribuir agua y alimentos a las personas aisladas por la crecida de las aguas. Algunos se valieron de los elefantes para despejar los obstáculos.

El Ministro para Situaciones de Emergencia, que tuvo dificultades para recopilar información en las zonas castigadas debido a la falta de electricidad e interrupción de las comunicaciones, dijo el sábado que la cifra oficial de muertos asciende a 1.723.

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El número (de víctimas) aumenta rápidamente, a medida que recibimos más información de las zonas periféricas en las que fue restaurado el servicio telefónico, dijo el Dhaka el funcionario ministerial Mokhlesur Rahman.

Por lo menos 275 personas murieron en Patuakhali, al sur de Dhaka, mientras que en la vecina zona de Barguna hubo por lo menos 249 muertos, dijo Rahmand.

No obstante, unos y otros temen que estos balances aumenten debido a que  hay zonas muy afectadas a las que todavía no se pudo acceder debido al mal  tiempo y a los destrozos provocados por el ciclón.

“Muchos cadáveres podrían ser hallados aún” en dos distritos “devastados” a los que los socorristas no han podido llegar, explicó Mohammad Ayub Mia, miembro del ministerio de Gestión de catástrofes naturales.

El ciclón, que también castigó al este de India y formó una impresionante  masa blanca de 500 km de diámetro, barrió con vientos de 240 km/h los distritos  costeros, cerca de la frontera con el Estado indio de Bengala occidental.

Sin embargo, ayer la tempestad, acompañada de lluvias torrenciales,  perdió intensidad y se dirigía al noreste, según Farah Deebaa, del  Centro Meteorológico de Bangladesh.

La mayoría de las víctimas perecieron aplastadas por árboles o sepultadas  por las paredes de sus propias casas construidas precariamente.

El ministerio de la Gestión de catástrofes naturales teme “enormes  destrozos” en este país musulmán laico de 144 millones de habitantes, de los cuales el 40% vive con menos de un dólar diario, lo que lo convierte en uno de los más pobres del mundo.

El este de India también se vio afectado por el ciclón Sidr aunque no hubo una catástrofe. Las 100 mil personas evacuadas de Bengala occidental podían regresar ya a sus casas. Por ahora hay solo una víctima mortal y se calcula que 1.000 casas fueron destrozadas.

Ayuda
Para prestar auxilio a los heridos por el ciclón, la Marina despachó cinco navíos con víveres y medicinas y la UE desbloqueó 1’500.000 euros ($ 2’190.000).

Desolación
El desastre ha provocado un paisaje de tremenda  desolación. Los habitantes, todavía conmocionados, hablan del ciclón Sidr como la tempestad del “juicio final”.