Ambar Méndez desfiló orgullosa por las calles de esta localidad con una banda que la identificaba como Miss Cangrejo. Su traje estaba cubierto de carapachos, los zapatos e incluso una corona que lució estaban confeccionados con las patas de este apetecido crustáceo.
La menor presidió al grupo de cangrejeros de la Asociación 6 de Julio, cuyos 150 miembros luciendo llamativas camisetas con el logo de la entidad y la leyenda “Naturaleza, producción y conservación”, y mostrando unas pancartas para impulsar lo que ellos denominan la ruta del cangrejo.
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Luego del desfile, que fue parte de los festejos por los 47 años de cantonización de Naranjal, el grupo acudió a la escuela Mariano Unda, en donde se desarrolló la quinta feria del cangrejo, evento en el que se prepararon platos típicos con cangrejo, como encocado, al ajillo, sopas, ensaladas, arroces y otros platos bautizados por los propios cocineros con nombres originales como maremoto de cangrejo o festival de uñas.
Los tres locales en que se ofreció la comida lucieron abarrotados, los comensales degustaron todo lo que se ofertó, lo que reportó buenas utilidades. “No nos quedó ni el cocolón”, dijo Mariana Roldán para resumir la demanda por los platos.
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“Todo esto es para lograr que se reconozca la ruta del cangrejo”, dijo Luis López, ex presidente de la Asociación, quien admitió que el evento estuvo en peligro de no realizarse debido a desacuerdos con una entidad que lo organizó durante los últimos cuatro años.
A un costado de las carpas de comida se colocaron mesas para comercializar cangrejos especiales, como los llamaron los vendedores. Se vende a diez y hasta doce dólares el atado por el tamaño; viene de una parte del manglar en donde se lo captura solo por esta época”, explicó Sergio Pérez, miembro de la Asociación, dedicado a la comercialización.
Entre los interesados hubo quienes expresaron su asombro por el precio, pero muchos terminaron comprando porque admitieron que “rara vez se ve un cangrejo de ese tamaño”, indicó Ernesto Pineda, quien viajó desde Guayaquil para comer en diferentes variedades su plato favorito.
Otro de los atractivos de la feria fue la recreación del manglar en un espacio de cuatro metros cuadrados. En este sitio se colocaron lodo y mangle junto a 50 cangrejos vivos, para que el público pudiera observarlos en su hábitat.
Uno de los miembros de la Asociación se colocó la ropa que usualmente utilizan durante la captura del cangrejo e incluso se puso lodo por todo el cuerpo para dar más realismo a este ambiente artificial.
Números musicales y payasos animaron la feria, que concluyó con las ollas vacías.