El papa Benedicto XVI expresó su deseo que la nueva Constitución que discute Ecuador contemple las más amplias garantías para la libertad religiosa de los ecuatorianos, al recibir este sábado las cartas credenciales del nuevo embajador de ese país, Fausto Cordovez Chiriboga.
"La libertad de acción de la iglesia, además de ser un derecho inalienable, es condición primordial para llevar a cabo su misión entre el pueblo, incluso en circunstancias difíciles", aseveró.
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Por eso, "lo que hace falta no es un Estado que regule y domine todo, sino que reconozca y apoye generosamente, de acuerdo con el principio de subsidiaridad, las iniciativas que surgen de las diversas fuerzas sociales".
"No puede tampoco ser otra la aspiración de un gobierno democrático empeñado en fomentar una cultura de respeto e igualdad ante la ley, así como un ejercicio ejemplar de la autoridad, orientada a servir a todo el pueblo", añadió.
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Migración
En otro tema, Benedicto XVI expresó su preocupación por los numerosos ecuatorianos que emigran a otros países en condiciones difíciles, quienes buscan un futuro mejor para sí mismos y sus familias, ante lo cual, "no podemos olvidar que el amor -caritas- siempre será necesario, incluso en la sociedad más justa".
"Quiero expresar una vez más el sincero afecto que siento por todos los hijos e hijas de esa noble nación", manifestó el pontífice.
Recordó su visita a Ecuador, como representante del papa Juan Pablo II en el año 1978, en que tuve la dicha de encontrarme con un pueblo pacífico, sencillo y acogedor, pero sobre todo muy arraigado en la fe cristiana.