Luego se radicó por una temporada en Quito, donde presentó su obra y participó en otras producciones, como  Balada para un loco. Ahora retorna a Guayaquil, con  Haciendo el humor.   Se titula de la misma forma que antes, pero el espectáculo no es exactamente el mismo. Le ha incorporado nuevos personajes y ha prolongado el tiempo de duración. “Es una obra que va cambiando, que se va adaptando. Ha madurado”, comenta el artista. Esta noche lo presenta en la sala Tablaraza (cdla. Guayaquil, calle H y av. Juan Tanca Marengo). La entrada cuesta $ 8. Dos personas pagan $ 15.