Las investigaciones, publicadas en la revista The Journal of Sexual Medicine, se realizaron gracias a la colaboración de dos mujeres voluntarias, una de 44 y otra de 45 años, dijo eltiempo.com.
Un endoscopio sirvió para revisar la uretra de las mujeres.
Adicionalmente, las voluntarias fueron invitadas a masturbarse para que los investigadores pudieran recoger el líquido que expulsa la mujer tras lograr un orgasmo. Los resultados obtenidos en la observación confirmaron que ellas también tienen próstata.