Conyugales
De los cientos de miles de espermatozoides, unos pocos llegan al óvulo pero solo uno atraviesa la membrana plasmática del óvulo y lo fecunda. El milagro de la vida se convierte en un verdadero milagro cuando la mujer logra embarazarse en medio de pocas expectativas médicas.Antiguamente, las mujeres eran mal vistas y consideradas culpables por sus parejas si no podían concebir. La opción de que fueran ellos los infértiles era inaceptable. Los tiempos han cambiado. La infertilidad no tiene género femenino ni masculino, sino de dos. La esterilidad conyugal es la incapacidad de una pareja para lograr un embarazo, mientras que la infertilidad es cuando ningún tratamiento da resultado.Reproducirse resulta parte fundamental de la vida, aunque no lo es todo. Algunas parejas se frustran, otras buscan cuantas alternativas ofrezca la ciencia médica en situaciones donde los rangos porcentuales son bajos. Poco a poco la sociedad ha ido comprendiendo que la reproducción y sus problemas es cuestión de pareja. Según ‘tuembarazo.info’, sitio web de temas ginecológicos, el 40% de las causas de esterilidad radica en el hombre y el 30% en ambos por igual.
Esperanzas infundadas
La doctora Judith Meza, especialista en fertilidad, explica que en Ecuador el 90% de las mujeres acude en pareja a consulta. “Ellos llegan con muchas expectativas, con un poco de ansiedad pero siempre dispuestos a escuchar la realidad”. Indica que cuando los varones comprenden que la fertilidad la determinan ambos como unidad funcional logran superar el machismo, aún presente en nuestro medio.
Si el estudio de semen revela mala calidad de espermatozoides o ausencia de estos, se convierte en una sorpresa para los pacientes. De ahí que las técnicas de reproducción asistida deberán tener el apoyo incondicional de la pareja.
Lo importante, agrega Meza, es ser honesto a la hora de señalar un diagnóstico. “Nunca dar esperanzar infundadas a los pacientes. Decir la verdad y dirigir la terapia de la forma más directa. Que ellos sepan qué posibilidades tienen de ser padres”.Vírgenes
Existen evaluaciones que hasta una mujer sin actividad sexual puede realizarse para tener una idea de su fertilidad, indica la doctora.
En el caso del hombre, este se somete a un estudio completo de semen, donde se evaluará de forma precoz su capacidad fecundante. La mujer, en cambio, mediante una investigación clínica complementada con el análisis hormonal y ecográfico en ciertos días de su ciclo ovárico, sabrá si su reserva ovárica es adecuada y si es potencialmente fértil. No obstante, cuando la mujer ya no es virgen, los métodos son más invasivos. Gracias a estos estudios muchas mujeres solteras obtienen una idea de sus posibilidades para concebir.Cultura necesaria
Johnny, Jorgito, Ángel, Antonio, Sebastián, Emanuel, Diana, Esteban, son algunos de los cincuenta nombres con cartas de agradecimiento pegados en un corcho cerca del consultorio del doctor Pedro Valdivieso, de la Unidad de Fertilidad de la clínica Alcívar. Cartas escritas por parejas que ya son padres, con fotos de sus hijos recién nacidos. Después de tantos intentos –muchos fallidos– consolidaron la fecundación, cumpliendo por entero una etapa de reproducción.Más allá, se exhibe un letrero solicitando donantes de óvulos. Se promete absoluta reserva y anonimato. Solo dos mujeres solas en la sala, el resto acompañadas, revelan en voz alta el número de ocasiones que han intentado “y nada”, sin embargo, cuando ven a gente ajena al problema, callan. “A nadie le gusta admitir que sigue un tratamiento médico. Muchos no lo cuentan ni a sus familias por temor a cuestionamientos, presiones o para no generar mayores esperanzas de las reales”, señala Valdivieso.Según el médico, entre el 15% y 20% de las parejas padecen dificultades para embarazarse, en una sociedad donde aún hay gente que confunde sexualidad con fertilidad. “Todavía vienen a consulta hombres que prefieren no realizarse el examen de semen porque dicen tener una buena sexualidad con su pareja”. Por eso Valdivieso aclara que eyacular sin problemas no es sinónimo de fertilidad.Lamenta que en Ecuador no exista una cultura de donación, pues los donantes podrían salvar vidas de pacientes con problemas de córneas, riñones, corazón. En el caso de la fertilidad, si más mujeres decidieran donar óvulos crecerían las oportunidades para aquellas que sueñan con alcanzar la maternidad. “Jóvenes sanas de 18 a 28 años con actividad sexual activa conseguirán, mediante medicación, convertirse en donantes anónimas”.Ironías
Por ser el vientre de la mujer el hogar de un bebé durante nueve meses, el instinto maternal genera mayor ansiedad por cumplir un rol que considera vital. Mientras para ellos el examen consiste en una muestra de semen, para ellas la evaluación abarca hasta las trompas de Falopio. Se introduce una sonda al cuello del útero y se produce un medio de contraste. Es un examen doloroso para algunas, sumado a que varias terapias requieren un sinnúmero de inyecciones en piernas y alrededor del ombligo.“Es la ironía de la vida. Las mujeres por ser más fuertes soportan la angustia de no quedar embarazadas, más el dolor de los tratamientos. Y si logran embarazarse, son nueve meses más de cuidados. Los hombres jamás podríamos soportar todo esto ni experimentar la belleza de la maternidad. Solo ellas pueden asimilar ese esfuerzo, comprender el milagro de una vida”. Como médico, Valdivieso dice que hace lo suyo y el resto se lo deja a Dios.Posibilidades, probabilidades, porcentajes, estadísticas, muestran números de una ruleta de suerte. Aquellas parejas que cumplieron su meta no compran tique, los que aguardan todavía se mantienen atentos en lista de espera, y quienes ya esperaron bastante se aferran a su tique, por si acaso a la vuelta de la ruleta les toque a ellos. (A.G.) Fuente: www.drscope.com
www.tuembarazo.info
Dra. Judith Meza, telf. 229-0428
Dr. Pedro Valdivieso, telf. 244-1725","isAccessibleForFree":true}
Publicidad
Publicidad
¿Tienes alguna sugerencia de tema, comentario o encontraste un error en esta nota?
Steven Ordóñez Bravo en período de la Asamblea que terminó fue miembro de la Comisión Permanente de Desarrollo Económico, Productivo y la Microempresa.
Publicidad