Sean O’Hearn expresa que se siente todavía confundido por la situación ocurrida en la madrugada del sábado en Manabí, pues considera que su detención y proceso fue injusto pues no permitieron la presencia de su abogado.
En diálogo con Citynoticias (89.3 FM en Guayaquil), O’Hearn cree que fueron dos los puntos que hicieron cambiar de opinión al presidente Rafael Correa respecto a su deportación, el primero es que el extranjero no tuvo participación activa en el operativo de decomiso de las aletas y el segundo punto es que tiene familia ecuatoriana.
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El ecologista comentó que cuando ya estaba en el aeropuerto y a punto de subir al avión, llegó el ministro de Gobierno (Gustavo) Larrea y pidió hablar con él, "dijo que venía como representante del Presidente de la República, y explicó que el Gobernador de Manabí había hecho solicitud de revocatoria de visa en base al hecho de que yo hice el allanamiento, pero sin revisar el parte policial, pues para este operativo se necesitan autoridades, y mi rol solo era de observador".
A pesar de la molestia el ecologista dijo que continuará con su trabajo en el país. Afirma que "hasta ahora nada ha cambiado, nosotros seguimos con nuestros proyectos en Galápagos, pero seguimos con el tema del nuevo decreto del Presidente".
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Sin embargo aseguró que analizará las injusticias que ocurrieron en Manta, "porque es sumamente grave, quiero hablar con los abogados para entender". Además "esto de que el Fiscal hizo la devolución de las aletas incautadas es absurdo, debe ser investigado y sancionado si se comprueba una irregularidad".