Con todo respeto, pido al Alcalde, en nombre de miles de personas, esto: por favor, vaya a ver el Salón de Julio. Su inteligencia hará el resto.

Mirko Rodic,
Guayaquil

Publicidad

Lo que para unos una obra debe representar belleza, creatividad, sentimiento, arte, profesionalismo, para otros puede tratarse de todo lo contrario.

Hoy, en el mundo, hasta se presentan vísceras de gente y animales disecadas y barnizadas; “cuadros” pintados con sangre, esputo; o “creaciones” como una muñeca o zapato viejos y sucios, clavados sobre una tabla, y a eso llaman “arte”, lo cotizan y galardonan.

Publicidad

Ana González,
Guayaquil