El cuerpo del ex presidente colombiano Alfonso López Michelsen fue sepultado hoy en Bogotá tras realizarle un funeral con honores de Estado en el que estuvieron distinguidas personalidades, entre ellas la primera dama de Panamá.
El ataúd de López fue trasladado desde el Capitolio Nacional, en la histórica Plaza de Bolívar, hasta la vecina Catedral Primada de Colombia, y el féretro fue llevado por miembros de la Guardia Presidencial y acompañado de su esposa y sus tres hijos.
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Durante el eucaristía estuvieron presentes ex jefes de Estado, diplomáticos, intelectuales, congresistas, magistrados de las altas cortes, autoridades, la primera dama de Panamá, Vivian Fernández de Torrijos, y el presidente Álvaro Uribe, quien exaltó las cualidades del ex mandatario en un discurso.
Uribe destacó que "el vigor intelectual del ex presidente Alfonso López Michelsen y su permanencia en la primera fila del pensamiento nacional durante tanto tiempo, crearon en el imaginario colectivo la idea de un inmortal".
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El presidente realizó una breve exposición sobre los hechos que hizo López durante su vida pública y recordó que éste fue uno de los artífices de la devolución de Canal de Panamá por parte de Estados Unidos a ese país centroamericano.
"Vivió en la polémica, se relacionaba a través de la polémica, polemizaba para analizar. Fue un polemista que supo marcar la difícil línea divisoria entre la tozudez y el dogma. Evolucionaba sin temor, sin que le preocupara que los irritados lo llamaran inconsistente y sin que lo atrapara en seducción el aplauso de los agradados", añadió.
Al finalizar la misa se realizó una breve ceremonia militar en la Plaza de Bolívar, donde estuvo el presidente Uribe y posteriormente el féretro de López fue llevado en una limusina al Cementerio Central, donde están sepultados la mayoría de los ex mandatarios.
López fue enterrado en un mausoleo muy cerca de donde se encuentra el de su padre, el ex presidente colombiano Alfonso López Pumarejo, quien gobernó al país en dos oportunidades (1934-1938 y 1942-1945).
Durante el funeral una bandera colombiana fue entregada a la ex primera dama Cecilia Caballero de López, y previamente el ex presidente (1974-1978) fue homenajeado con disparos con balas de salva y 21 cañonazos.
Los niños vallenatos cantaron dos de sus canciones favoritas de ese género, "Confidencias" y "El Amor Amor", que fueron pedidas siempre por López cuando estaba de parranda.