Félix Carrera, jefe del área de Gastroenterología del hospital del niño Francisco de Ycaza Bustamante, dice que las pruebas para detectar si la diarrea es producida por una bacteria son: citología fecal, sangre oculta y prueba de rotavirus.
“Este tipo de examen se lo hace a través de las heces de los niños y dura cinco minutos”, indica el galeno.
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Agrega que estas pruebas solo se realizan en caso de que los pequeños tengan más de cinco días con diarrea, porque eso muestra que no es algo viral sino bacteriano.
“Cuando es de origen bacteriano el niño comienza a defecar con sangre o con mucosidad y si no se trata la bacteria se puede producir la muerte del infante”, refiere.
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En el caso de la tifoidea se realiza la prueba de reacción de Widal, que se efectúa por medio de un examen de sangre y el resultado está en 30 minutos.
En cuanto a la salmonelosis, enfermedad que se puede presentar varias veces en la vida, manifiesta que la salmonela, al tener contacto con los alimentos, llega al tracto digestivo y provoca diarrea intensa, que puede detenerse sin medicamentos, pero si persiste se deben utilizar antibióticos.
En las comidas preparadas con carnes curtidas, por ejemplo los cebiches de camarón o concha, hay el peligro del contagio porque el limón no elimina la bacteria.
Las carnes también tienen que servirlas cocidas, sin dejar áreas crudas, recomienda Carrera.