“El arte es una forma de resistencia contra las guerras y todas las formas de abuso” es algo que se proponía en la calle Florida de Buenos Aires  cuando en el  2002 las tropas del ejército estadounidense invadieron Iraq.  Y esta frase bien podría darle sentido a la obra Taky Onkoy, un musical de tres actos  que también se fusiona con danza y utiliza video para explicar su contexto histórico y cultural.

Se tenía previsto presentarla ayer, hoy y mañana, a las 20:30, en el Teatro Nacional Sucre de Quito. El proyecto es ejecutado por la Orquesta de Instrumentos Andinos y el grupo de danza Muyacán, dirigido por Paco Salvador, quien ha realizado estudios sobre los pueblos indígenas  en los últimos años.

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Tiene por objetivo  “rendirle honor a la lucha de resistencia de los  pueblos originarios de América”, comenta su creador, el músico  Giovanni Mera, quien en un viaje hacia Perú, admirando su extensa arqueología y en la ciudad Sacsayhuaman, gestó la idea del musical.

Según se relata en el video, la base del proyecto se inspiró en monumentos ancestrales como el de Cochasquí (Ecuador), Tiahuanaco (Bolivia) y Sacsayhuaman (Perú), que dan título a los tres actos. Taky Onkoy es el nombre de un movimiento de resistencia indígena generado en el Perú en contra de la colonización española. Apareció en Huamanga y al expandirse la administración colonial decidió extirparlo. El taky onkoy  se expresaba  por medio de la música y  danzas rituales, lo cual  fue  interpretado por los conquistadores españoles como un intento de revertir la colonización.