En sus canciones busca transmitir experiencias propias. La cantautora estadounidense de origen mexicano Annette Moreno comenta que lo suyo es cantar con el corazón, contar historias y compartir con los demás la gracia de Dios.

Ella se encuentra en el país desde el lunes pasado. Vino para ofrecer varias presentaciones. Ayer tenía previsto cantar en Loja. Hoy a las 19:30 lo hará en Quito, en el coliseo General Rumiñahui. Mañana, también a las 19:30, en el coliseo Voltaire Paladines Polo de Guayaquil. Y el domingo a las 18:00 en el estadio 9 de Mayo de Machala.

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Sus presentaciones son parte de una gira que cumple por Latinoamérica. Antes de Ecuador estuvo en Nicaragua y luego irá a Colombia, donde, al igual que aquí, canciones como Guardián de mi corazón, Un ángel llora y Ruleta rusa se escuchan con bastante insistencia.

Por sus composiciones, Annette Moreno ha recibido reconocimientos como el Grammy Latin. Estas han servido, además, de fondo musical para películas como Cicatrices, Punto aparte y Un día sin mexicanos, del cineasta Paco del Toro.

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Sin embargo, lo realmente importante para Annette es sentir que sus canciones ayudan a sanar corazones. Su vida no ha sido fácil, revela. Para llegar a ser lo que es ahora debió sufrir mucho y siempre en silencio. “Lo mejor de todo es que logré salir de mis problemas gracias a Dios”.

Por eso le dedica a él su música. Annette proviene de una familia cristiana, entregada al ministerio. Ella y sus once hermanos fueron iniciados en la música por sus padres, que integraron el dúo Moreno. Él es pastor y en su casa hubo mucha disciplina. “No veíamos televisión y nuestros juguetes eran los instrumentos musicales”.

Aunque canta desde pequeña, la artista dice que recién a los 15 años –ahora tiene 35– lo hizo profesionalmente. Primero integró un mariachi, porque su padre, como buen mexicano, se inclinaba por las rancheras. “Pero mi madre sabía que a mí ese género no me gustaba, sino el pop y el rock”.

Sus canciones, anota, no son de alabanzas porque considera que ya se han hecho muchas. “Y sé que me critican por eso, pero a esa gente que escucha mis discos al revés les digo que al derecho es más beneficioso”.

Hace esa acotación, añade, porque muchos la señalan como satánica. “Yo le escribo a la gente que siente igual que yo. No discrimino a nadie porque Dios está aquí para todos”.

Es cuando entramos en religiones que empiezan los pleitos, asegura. “Hay quienes se escandalizan con la Virgen María. Pienso que es una mujer santa y la respeto”.

Para Annette, la mayoría de los problemas llegan por la  falta de amor que hay en este mundo. Eso la desespera, por eso siempre trata de defender a los necesitados. Y lo hace, confiesa, ayudando a los orfanatos y escuelas, ubicadas en México, El Salvador y Perú.