La declaración fue hecha como rechazo a las opiniones del presidente boliviano Evo Morales, quien ha asegurado que el mandatario argentino Néstor Kirchner, el uruguayo Tabaré Vázquez y el venezolano Hugo Chávez le brindaron su apoyo.
“Este no es un asunto político, es un asunto técnico”, aclaró Eduardo Ache, de la delegación uruguaya. “Está muy claro que no nos dejaremos llevar por ninguna decisión política. Y no aceptaremos presión de gente de afuera de la familia del fútbol”, agregó Ache.
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Mientras, los miembros de la delegación de Argentina prefirieron no hacer comentarios sobre el tema.
La decisión de la FIFA afecta a estadios en Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia, Chile y México, y ocasionó enojo entre los aficionados, directivos y gobiernos de los países andinos.
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“Estamos muy tristes. Nuestro país adora el fútbol”, dijo Francisco Acosta, secretario de la Federación Ecuatoriana de Fútbol. “Pero no hay que preocuparse, vamos a hacer todo lo posible para revocar esta decisión. Apoyamos las protestas en las calles (contra el veto de la FIFA)”, dijo el directivo.
Acosta indicó que la Conmebol todavía no se reúne con el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, para tratar el asunto.
Médicos expertos en el tema de la altitud presentarán su opinión el próximo 14 de junio en una reunión de la Conmebol en Asunción. Al día siguiente, los presidentes de las diez federaciones sudamericanas esperan llegar a una postura para encarar a la FIFA.