Se llama Metro y tiene un grosor casi similar al del teléfono RAZR de Motorola: 1,7 centímetros. Pesa poco más de un kilo. En tan poco espacio los diseñadores han conseguido poner batería suficiente para 14 horas de trabajo y será una máquina permanentemente conectada a internet a través de WiFi, WiMax o la red de telefonía móvil.