A las 12:30, una sirena anunciaba que el río Chone se salió de su caudal. Tres horas más tarde, el cincuenta por ciento de la ciudad se encontraba inundada; el agua alcanzó una altura de sesenta centímetros.

La lluvia provocó que extensos sectores tanto urbanos como rurales sufrieran problemas con sus vías. Es el caso del estero Guare, a la altura del sitio Cañales, donde parte de la carretera se derrumbó, lo que impidió el libre tráfico vehicular hacia sectores como Canuto, Calceta y Portoviejo.

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Mientras que en La Sabana, en la vía que conduce hacia Tosagua, varias quebradas salieron de su cauce y arrastraron grandes cantidades de lodo que bloquearon la vía. Fue necesaria la maquinaria de la compañía Herdoíza Crespo para retirar los escombros.

La vía a Boyacá también sufrió las consecuencias del fuerte temporal. El acceso al poblado Los Bravos Chicos quedó completamente anegado.
En sectores como San Pablo, ciudadela Las Marías, El Paraíso, 24 de Julio, Medio Mundo, Vargas Pazzos, Chequelandia, San Rafael, Aray y el Guabal el agua alcanzó los 40 y 60 centímetros, lo que obligó a los moradores a ubicar los electrodomésticos y muebles en lugares altos y ubicar en las viviendas a los animales domésticos hasta que bajen las aguas.

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Ayuda a damnificados
Richeliu Mendoza, subsecretario del Ministerio de Agricultura y Ganadería, se reunió con voluntarios de la  Cruz Roja y Cuerpo de Bomberos con quienes delineó estrategias para solucionar los problemas causados por el mal tiempo.

De su parte, Carlos Alberto Zambrano, jefe político del cantón, se contactó con el Gobernador de la provincia para que este a su vez realice las gestiones pertinentes ante los organismos gubernamentales para la entrega de fondos.

En vista de la inundación sufrida, los planteles educativos tanto primarios, secundarios y universitarios suspendieron las actividades hasta segunda orden, pese a que ayer se inauguraba de manera oficial el ciclo lectivo 2007- 2008.