Pese a los esfuerzos de científicos y guardias, la orden divina de “creced y multiplicaos”, de particular importancia entre las especies en peligro de extinción, no puede cumplirse en el caso de un oso panda del zoológico de la ciudad de Chiang Mai, en Tailandia.
La sexualidad de los pandas tiene las limitaciones que impone la naturaleza y su función reproductiva se limita a apenas tres días de intensidad lúdica cada primavera, que es cuando la hembra entra en celo.
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Por ello, cuando los solícitos guardianes del zoológico de Chiang Mai notaron que Lin Hui, un oso panda hembra de 100 kilogramos de peso, estaba en disposición de preservar la especie durante esas 72 horas primaverales, trataron de convencer a Chuang Chuang, su compañero, de que era hora de cumplir con su deber.
No se trata de una tarea fácil: los osos panda tienen un índice de deseo sexual muy bajo y se inclinan por la pereza.
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Los videos
Por eso, los encargados del zoológico decidieron darle una mano al oso Chuang Chuang, en el sentido figurativo del término.
En primer lugar, trataron de recrearle el ambiente romántico de su China natal, de las montañas de Sichuán, en una habitación fría, con neblina nostálgica.
De nada sirvió, pero no se rindieron. De alguna manera se las arreglaron para conseguir videos “pornográficos” con imágenes de otros osos más amorosos, algo que había tenido resultados positivos en China en el 2004 cuando Hua Mei, un oso panda hembra tuvo que aprender las técnicas de apareamiento con estas grabaciones luego de lo cual quedó preñada de dos ositos panda.
Según el jefe del departamento de investigación del zoológico, “Chuang Chuang parecía responder a los sonidos que provenían de la grabación” pero, a fin de cuentas, lo único que quería era jugar.
“Es un bebé grande”, dijo el investigador tailandés.
Como la supervivencia de esta especie no está para juegos, el personal del zoológico decidió sedar a Chuang Chuang para obtener semen de este poco romántico oso, con el fin de inseminar a Lin Hui de forma artificial, demostrando que la ciencia y la preservación están por encima del placer.