La gastroenteróloga Nelly Intriago sugiere llevar una alimentación variada, excluyendo aquellos alimentos que creen molestias y aumenten la acidez o irritación  de la mucosa gástrica. Incluso, no hay que limitar la dieta más de lo necesario. Tome en cuenta los siguientes puntos:

  • Comer lentamente y masticar bien.
  • Comer en ambiente relajado y tranquilo.
  • Distribuir la alimentación en tres o cuatro tomas (desayuno, almuerzo, merienda y/o cena). Se puede incluir una colación según horarios.
  • No ingerir comidas abundantes, pesadas o copiosas.
  • No comer alimentos sólidos o líquidos justo antes de ir a la cama, dejar pasar al menos dos horas.
  • Preferir alimentos jugosos, que apenas necesiten grasa y no tengan una cocción prolongada. La forma de cocción es muy importante: las verduras y frutas crudas deben ser peladas y sin semillas. La carne no debe estar muy cocida, y al cocinarla a la parrilla, la costra tostada es irritante. Prefiera las carnes hervidas. Las carnes blancas son menos irritantes que las rojas, ya que son más fáciles de digerir y permanecen menos tiempo en el estómago.
  • Excluir alimentos muy salados o condimentados (pimienta negra, blanca, ají).
  • Sustituir el café, use descafeinado, té (porque estimulan la secreción gástrica) por infusiones suaves, excepto la infusión de menta porque si hay reflujo gastroesofágico relaja el esfínter del estómago.
  • Evitar o disminuir por lo menos la ingesta de bebidas gaseosas (colas, agua mineral).
  • No consumir cantidades excesivas de azúcar.
  • En algunas personas que padecen acidez los derivados del tomate (salsas) y el zumo de cítricos pueden causarles molestias.
  • Evitar los alimentos muy calientes o fríos porque provocan irritación.