Enrique Tábara, gran maestro de la pintura ecuatoriana, viajará próximamente a España con una muestra de 34 de sus obras de diversas épocas y como candidato al Premio Velázquez 2007, informó hoy el propio artista en una rueda de prensa en Quito.
La candidatura de Tábara al Premio Velázquez ha sido presentada por el Municipio de Guayaquil, su ciudad natal, y la Casa de la Cultura Ecuatoriana de Quito, cuyo director, Marco Antonio Rodríguez, definió esta iniciativa cultural como la presentación de un "testimonio vivo de nuestro patrimonio histórico".
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Tábara, nacido en 1930, se consolidó como pintor en las décadas de los años 50 y 60 en la "Escuela de Barcelona", en España.
El artista indicó que expondrá sus obras entre mayo y junio próximos en La Casa de América, de Madrid, y posteriormente en otras ciudades, como Barcelona y Vitoria.
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Sin precisar las fechas de las exposiciones, Tábara explicó que llevará a España 34 pinturas, que son un fragmento y un adelanto de la muestra de 100 obras que tiene intención de presentar en diversos lugares de Europa con el título: "Homenaje a la América precolombina".
En la rueda de prensa, el pintor recordó sus inicios en el "arte nuevo", en el "Club 49" de Barcelona, con pintores como Joan Miró o Antonio Tapies, en 1958, cuando ya llevaba tres años residiendo en España, donde vivió nueve.
A España llegó en 1955, como estudiante de arte y con cinco obras para la III Bienal Hispanoamericana de Barcelona, y se quedó hasta 1964.
Fue a principios de los 60 cuando, según explicó hoy, imprimió a su obra el simbolismo precolombino que tiene, debido a una reacción ante la idea que, en su opinión, existe en Europa y en especial en España, de que las culturas americanas anteriores a 1492 tenían un carácter "bárbaro".
Tábara recordó su ascendencia ecuatoriana, por parte de madre, y peruana, por su padre, y señaló que en su obra destacan las "paralelas", líneas utilizadas con profusión en las muestras de arte "superior" de diversas culturas precolombinas, en especial en el área andina.
Para Tábara, fue importante para la pintura europea recibir el influjo de este arte precolombino americano, después de la influencia que los pintores del viejo continente habían recibido del arte africano y del asiático en la primera mitad del siglo XX.