De esa forma se alimenta el miedo a tomarse algo en un bar, andar por la calle, recibir una hoja volante. El pánico ante el extraño. El temor al otro. Siempre me he preguntado, ¿qué sustancia tan poderosa puede haber para que convierta en zombies solo con el toque de un papel?
Hasta ahora, en los noticieros solo habían sido fieles reproductores de las historias, sin dedicarse a investigar en serio si la escopolamina tiene efectos tan potentes. Y era tan sencillo como lo que hizo Mario Guayasamín, de Televistazo.
Publicidad
Fue a un laboratorio, aspiró directamente un pañuelo con esa sustancia y vio que no pasaba nada. Después consultó a científicos, técnicos y policías, poniendo en evidencia que no sabían casi nada sobre cómo actúa la escopolamina, sus efectos y por último qué sustancia realmente utilizan los malhechores para someter la voluntad de las víctimas.
Así de sencillo: no quedarse en las versiones, solo escarbar un poco la superficie.