Después de 50 años de una vida consagrada a Dios y los más necesitados, a monseñor Hugolino Cerasuolo Stacey, obispo de Loja, le toca colgar la sotana.

“Ya he preparado la renuncia mía y la enviaré el lunes próximo. Esperaré lo que decida la Santa Sede”, afirma el clérigo de origen guayaquileño, quien al cumplir 75 años de edad debe  abandonar el sacerdocio.

Félix Vicente Cerasuolo Stacey nació en Guayaquil el 4 de abril de 1932, hijo del italiano Juan Cerasuolo y de la riobambeña María Stacey. Cursó sus estudios primarios en el Instituto Domingo de Santistevan. Luego fue a Quito para entrar en el colegio Seráfico de Guápulo y bajo la guía de los padres franciscanos cambió su nombre de pila por Hugolino.

Publicidad

Después pasó al noviciado de San Francisco. Allí estudió filosofía y teología, donde recibió la sagrada orden del presbiterado a los 22 años de edad. Celebró su primera misa en el templo San Francisco de Guayaquil.

Una vez recibido con la orden sacerdotal del 29 de junio de 1954, se consagró a la formación de los aspirantes a sacerdotes franciscanos. Diez años más tarde fue nombrado Definidor de la provincia franciscana.
En 1965 fue destinado a Galápagos como encargado de esa prefectura apostólica y en 1967, el papa Pablo VI lo nombró Tercer prefecto apostólico del archipiélago.

El 30 de mayo de 1975 fue nombrado titular de Valaria y auxiliar de Guayaquil, consagrado en la iglesia Catedral de esta ciudad por Mons. Bernardino Echeverría Ruiz.

Publicidad

En ese tiempo realizó trabajo comunitario en la parroquia Stella Maris, del Guasmo,  donde dice tener muchos lindos recuerdos, entre esos, la visita del extinto papa Juan Pablo II. “Fue un encuentro con los pobres. En ese entonces ese sector era uno de los más pobres”.

Como persona se siente muy bendecido al haber compartido momentos con el máximo representante de los católicos en la tierra. “Tuve la suerte de preparar la liturgia para la beatificación de la madre Mercedes de Jesús Molina y como consecuencia me eligieron a mí para estar junto al Papa y los sacerdotes concelebrantes. Fue un honor muy grande para mí”.

Publicidad

Monseñor Cerasuolo piensa radicarse en su ciudad natal  después de dejar el puesto de obispo de la Diócesis de Loja. “Yo voy a ir a Guayaquil. Yo soy franciscano y pienso volver a mi comunidad. A veces me resulta un poco difícil porque he pasado 40 años fuera, pero tengo que intentarlo”.

ANÉCDOTA: Paso por Loja

Mons. Hugolino Cerasuolo Stacey ha permanecido 22 años en la Diócesis de Loja. Tuvo malos momentos, dice, y se refiere a la toma de la Basílica de El Cisne, hecho protagonizado por moradores y dirigentes de la junta parroquial de ese sector a principios del 2006. El grupo exigía el manejo del santuario.