Al menos 264 personas fueron detenidas este jueves durante disturbios ocurridos en una jornada de protesta que se desarrollaba en Santiago en conmemoración del asesinato de dos jóvenes en 1985 y en protesta contra el nuevo sistema de transporte público.
La cifra de detenidos fue suministrada por la intendenta (gobernadora) de Santiago, Adriana Delpiano, quien señaló que había varios estudiantes entre los detenidos.
Más temprano el ministro de Interior, Belisario Velasco, informó que la policía había arrestado a 68 estudiantes, 67 de los cuales eran menores de edad.
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El llamado a protestar responde a la conmemoración del llamado "Día del joven combatiente", instaurado en recuerdo a dos hermanos muertos por la policía en 1985 durante la dictadura de Augusto Pinochet.
Los disturbios se han concentrado a pocas cuadras del palacio presidencial de La Moneda, donde unos 300 estudiantes se reunieron para intentar marchar hasta el Ministerio de Educación.
Los agentes policiales detuvieron el paso de la columna de estudiantes, que impedidos de avanzar se dispersaron y comenzaron a lanzar piedras y palos.
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La policía, que suma cerca de un centenar de heridos según versiones de la prensa, repelió los ataques con gases lacrimógenos y carros lanzagua.
Otros enfrentamientos se desarrollaron en el frontis de la Universidad Tecnológica Metropolitana, en el sur de la capital, donde manifestantes encapuchados lanzaron bombas caseras tipo molotov.
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Entremedio de los disturbios fue apedreado el vehículo que conducía la jueza chilena Gloria Ana Chevesich, quien no sufrió daños físicos.
Varias estaciones céntricas del metro fueron cerradas como medida de precaución.
La policía de Santiago se acuarteló desde muy temprano y las principales universidades estatales cerraron sus puertas para evitar que sus instalaciones fueran utilizadas como campos de batalla.
La fuerza policial dispuso además el despliegue especial de unos 4.000 agentes y ubicó una decena de tanquetas en los puntos considerados más conflictivos de Santiago, como las barriadas pobres de Villa Francia y Lo Hermida, en la periferia de la ciudad.
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El llamado a protesta ocurre cada año, pero esta vez la preocupación es mayor debido a que existe una pública convocatoria para que también protesten los usuarios descontentos por el nuevo sistema de trasporte público implementado en febrero en Santiago.
El "Transantiago" modificó todos los trayectos del transporte público y redujo drásticamente la cantidad de autobuses que circulan por la ciudad, provocando a los pasajeros largas esperas y aglomeraciones en los distintos medios de transporte, incluido el metro.
Las incomodidades han irritado a los usuarios, que han protagonizado un centenar de protestas callejeras para oponerse a la implementación del plan.
Como preludio a la jornada de protesta de este jueves, la madrugada del miércoles estallaron en distintos puntos de Santiago cuatro bombas de escaso poder, que no causaron víctimas pero sí daños materiales.
Además una treintena de encapuchados se enfrentó la tarde del miércoles con la policía en las afueras de la Universidad Tecnológica, en el sur de Santiago.
La situación de emergencia obligó a aplazar para el viernes el partido por la Copa Libertadores entre el Colo Colo chileno y el Caracas FC de Venezuela que debía jugarse la noche de este jueves.
Como medida de resguardo los trabajadores del transporte público llamaron a los conductores de autobuses a dejar de trabajar a partir de las 19H00 locales.
"Los conductores ya han sufrido bastantes agresiones y esta vez queremos ser previsores y proteger su integridad física", señaló el presidente de la Confederación Nacional de Trabajadores del Transporte, Raúl Gutiérrez.
Entretanto el juez Carlos Gajardo, quien indaga la muerte de los hermanos Eduardo y Rafael Vergara Toledo, dictó acusación contra tres policías retirados y uno en servicio activo, a quienes se les responsabiliza del homicidio calificado de los jóvenes, ocurrido el 29 de marzo de 1985.