En plena batalla judicial por el divorcio de su antigua esposa, Paul McCartney se refugia en los brazos de Sabrina Guinness, heredera del   grupo cervecero Guinness y antigua novia del príncipe Carlos de Inglaterra.

Así lo aseguró   la prensa británica, que relató cómo la presencia de los fotógrafos frustró el pasado miércoles una cena que McCartney y la multimillonaria tenían pensado compartir con la hija del artista y diseñadora de modas, Stella McCartney, y con el esposo de esta.

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El ex Beatle, de 64 años, recogió a Sabrina, de 52, en la puerta de su casa, donde ambos se fundieron en un abrazo y acto seguido se subieron al coche del cantante. Una vez en marcha y cuando solo habían recorrido 800 metros, la pareja se dio cuenta de que varios fotógrafos la perseguían, por lo que Guinness se bajó del coche y McCartney  cenó solo con su hija y el esposo de esta.