Chávez rechazó también las críticas de que Morales, al igual que el mandatario ecuatoriano Rafael Correa sean sus subalternos. Indicó que ellos no deben atender esos ataques, así como él no atendió los que le hacían para que se alejara del líder cubano Fidel Castro.

En su discurso de más de dos horas, pronunciado en un acto que formó parte de su gira regional, vista como una respuesta a la que cumple el mandatario estadounidense George W. Bush, Chávez exigió la salida de su homólogo del área.

“Gringos, go home”, dijo el presidente venezolano en medio de los aplausos del público, que abarrotaron un coliseo deportivo de una escuela de la Fuerza Aérea Boliviana.

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Tal como hizo a su llegada al oriente del país el sábado, cuando entregó donaciones para las víctimas de las inundaciones por el fenómeno de El Niño, Chávez volvió a acusar a la prensa boliviana de oligárquica y a otros países de operar en favor de Bush.

Los diarios más influyentes de Bolivia trataron la visita del presidente venezolano como una noticia de segunda o tercera importancia. También denunciaron que militares venezolanos de su avanzada protagonizaron incidentes con funcionarios locales.

Chávez tenía previsto partir la tarde de ayer a Managua para encontrarse con el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, a quien considera otro aliado de su causa antiimperialista.